_
_
_
_
OPINIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cuentas para la crisis

El apoyo de seis diputados del PNV y dos del BNG, la abstención de un congresista de UPN y dos ausencias justificadas permitieron al partido en el Gobierno rechazar por siete escaños de diferencia las cuatro enmiendas a la totalidad presentadas contra el proyecto de Presupuestos. Sin expectativa alguna de gran coalición en el horizonte, los dos únicos partidos con amplia implantación estatal no tienen más vía para alcanzar el poder que el acuerdo con grupos nacionalistas cuando carecen de mayoría absoluta parlamentaria: si el PSOE lo hizo en 1993, 2004 y 2008, el PP recurrió a la misma fórmula en 1996. El PNV posibilitó la primera investidura presidencial de Aznar y votó los Presupuestos Generales del PP para 1997, 1998 y 1999, a la vez que muñía secretamente en paralelo su acuerdo oculto con ETA y el Pacto de Estella.

El Congreso rechazó todas las enmiendas a la totalidad presentadas contra la Ley de Presupuestos para 2009

De esta manera, el Gobierno supera la primera prueba importante -perdió antes otras de calado menor- tras la investidura presidencial por mayoría simple de Zapatero. La borrasca desencadenada sobre el sistema financiero hubiese cargado de indeseables consecuencias la devolución de la totalidad de los Presupuestos, tanto más innecesaria cuanto que las enmiendas parciales pueden modificar el texto. El Ejecutivo se habría visto forzado a encajar esa bofetada del Congreso sin poder responder con la llamada a las urnas: el artículo 115.3 de la Constitución impide la disolución parlamentaria antes de un año (marzo de 2009 en este caso) desde las anteriores elecciones. La autoridad del presidente del Gobierno español habría quedado maltrecha en el ámbito internacional para perjuicio del país entero.

Las convergencias coyunturales, unidas por el propósito de impedir la aprobación de una ley, suspenden las diferencias entre los partidos en aras de lograr un objetivo común. Pese a que la aprobación de los Presupuestos sólo exige mayorías relativas a lo largo de su tramitación, las enmiendas a la totalidad del proyecto promueven las coaliciones negativas frente a los Gobiernos sin mayoría absoluta gracias a los mecanismos reglamentarios de votación conjunta de las diferentes propuestas -cuatro esta vez- presentadas. El acuerdo con PNV y BNG ha permitido a los socialistas salvar los Presupuestos, pero el Gobierno aspira a concertar pactos estables para toda la legislatura. La incertidumbre en torno a la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña y la financiación autonómica frena la disponibilidad de CiU a ese apoyo genérico. Y las autonómicas vascas condicionarán igualmente el respaldo del partido jeltzale.

El principal -o único- beneficiario de la desgastadora estrategia de todos contra el Gobierno en minoría sería el PP. Pero las ineptas intervenciones de Rajoy en el debate presupuestario dan fundamento para concluir que la aplicación de los remedios recetados por el líder del PP con el fin de restablecer la deteriorada salud de la economía española terminarían por llevar a la enferma a la UVI o incluso al cementerio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_