"No me da miedo que me comparen con mi padre"
Pues resulta que algo de los cineastas buenos se transmite en la información del ADN. Al menos en el de Amy Redford, la hija de Robert, conocida hasta hace poco como actriz, y desde el pasado Festival de Sundance -que preside su progenitor- como directora con el estreno de La guitarra.
No le ha quedado nada mal este drama protagonizado por una mujer (Saffron Borrows) a la que le diagnostican un tumor maligno en la garganta -como mucho, dos meses de vida- horas antes de que la echen del trabajo y su novio la abandone. Un panorama que afronta quemando la tarjeta de crédito en su nuevo loft e intimando sólo con quien le apetece. "Hablé, la primera vez que nos encontramos, tres horas con Saffron. Quería que tuviera muy claro la caída en picado sin complejos de su personaje", comenta por teléfono Redford, que no vendrá a la Seminci a presentar su filme el domingo por su reciente maternidad. "Ha sido niña" y es el cuarto nieto de Robert Redford. "Aprendí muchísimo de mi padre en sus rodajes como director. Vi cómo juntaba a unos estupendos actores y técnicos. Estuve en medio de esa vida artística y nómada. No era lo normal en Hollywood, pero así lo viví", recuerda entre risas mientras prepara el desayuno. "No me da miedo que me comparen con mi padre. Tengo ya 37 años. Cuando empecé a actuar podía ser más frágil, pero ahora... Mi padre me dijo: 'Persigue lo que quieras hacer', y así ha sido".
La guitarra gira, según su directora, en sus inicios, sobre un tema: "el aislamiento". ¿De ahí las referencias a los cuadros de Edward Hopper? "Eso se os ocurre a los periodistas. No lo hice a propósito, aunque muchas gracias. Sí me importaba controlar el paso de la oscuridad a la luz, jugar con los tonos de los colores para acompañar a la protagonista. Por cierto, aprovecho para pedir perdón por no saber español. Que yo no sepa ese idioma en un Estados Unidos como el actual es de estúpidos. Y no ir a Valladolid, peor. No conozco España".
Respuesta a su doble carrera: "Dirigir es mi evolución natural. Actuar es divertido, creativo, conoces gente muy diferente... Pero como cineasta creas universos", y eso le parece imbatible. Tras haberse dedicado a la fotografía en el instituto, estudiado teatro en San Francisco y Londres, y actuado en varias series y una decena de filmes, ¿qué ha aprendido con La guitarra? "El reto de conseguir la financiación. Hay que saber leer el presupuesto, optimizarlo. Ese sufrimiento se ha convertido ahora en un conocimiento", confiesa con más risas. A Robert Redford seguro que también se le atravesaba.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.