El PP, que criticó la multa al juez de Sevilla, ampara ahora la protesta

El día que el anterior Consejo General del Poder Judicial, presidido por el conservador Francisco José Hernando, decidió castigar al juez Rafael Tirado con una multa de 1.500 euros, el PP salió en tromba a criticar esa decisión. Su portavoz, Esteban González Pons, la calificó de "humillante". Y el líder popular, Mariano Rajoy, llamó al padre de la niña Mari Luz y le dijo: "Comparto tu dolor. Le voy a pedir al fiscal que realice todos los esfuerzos posibles para que sus razones sean atendidas en derecho. Seguiré luchando para que se transformen las leyes necesarias para que se haga justicia". Destacados dirigentes del PP criticaban en privado en esos días el corporativismo de los jueces y la posibilidad de que la sanción a la secretaria judicial fuera también suave.

Sin embargo, ayer, cuando los funcionarios se pusieron en huelga, el PP se acercó mucho a sus posiciones aunque en ningún momento llegó a apoyar el paro. El presidente del PP andaluz y vicesecretario de Política Autonómica y Local del partido, Javier Arenas, denunció la "persecución" del Gobierno socialista a los funcionarios de la Administración de Justicia. "El PP no apoya la huelga ni es función de ningún partido apoyar la huelga, pero yo personalmente entiendo las razones de la indignación de muchos jueces, fiscales, secretarios y funcionarios". El Gobierno, añadió, debe ser "escrupulosamente respetuoso con la independencia de los jueces".

Federico Trillo, portavoz del PP en Justicia, animó al ministro Mariano Fernández Bermejo a hacer una "profunda reflexión" para evitar nuevos paros, y criticó al Ejecutivo. "Desde la política no debe hacerse una valoración de las decisiones internas" del gobierno de los jueces, dijo. Trillo agregó que el PP comparte el fondo de las reivindicaciones, pero criticó el paro porque no deben ser los ciudadanos quienes sufran las consecuencias.