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Crisis financiera mundial

El beneficio de Caja Madrid cae un 11% y la morosidad se quintuplica

La entidad tiene un resultado consolidado de 1.127 millones hasta septiembre

Íñigo de Barrón

A Caja Madrid se le acumulan los problemas. Además de tener en el aire la salida a Bolsa del holding financiero Cibeles por el derrumbe de los mercados y soportar una disputa política por el acceso a la presidencia de la entidad, la cuenta de resultados se deteriora con rapidez. La entidad presidida por Miguel Blesa ha ganado, entre julio y septiembre, un total de 42 millones, lo que supone una caída del 78% sobre lo que hizo en el tercer trimestre de 2007.

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En el resultado acumulado, desde enero a septiembre, el beneficio es de 1.127 millones, lo que supone un 11,1% menos que el mismo periodo del año pasado. Estos resultados están influidos por la inyección de dinero que supuso la participación y posterior venta de Endesa. Eliminando la aportación de la eléctrica, es decir, sólo con el negocio recurrente, Caja Madrid habría ganado 831 millones, un 9,2% más, pero también se ha frenado el resultado en el tercer trimestre. De hecho, según fuentes oficiales, para 2009 "el beneficio se puede estancar o disminuir, pero estará por encima de los 1.000 millones".

La razón del deterioro hay que buscarla en la morosidad, que se ha multiplicado por cinco entre septiembre de 2007 y 2008 y las necesarias provisiones. El ratio ha crecido hasta el 3,58%. De los 4.732 millones de dudosos, algo más de 1.000 millones corresponden a Martinsa Fadesa y el resto a particulares. El problema es que la entidad reconoció que la tasa de morosidad seguirá creciendo en los próximos meses y el ajuste será "más intenso de lo previsto". Si Caja Madrid continuara a este ritmo, podría terminar 2009 con más del 6,5% de morosidad, según los expertos. Estas fuentes apuntan que este rápido deterioro de la cartera ha tenido que llegar por una agresiva campaña de crecimiento en años pasados, apoyada en los agentes inmobiliarios y en el crédito a inmigrantes.

El freno a los resultados llega por las provisiones. Hasta septiembre ha dotado 450 millones (el 50% genérico y el resto específico) y otra carga voluntaria de 158 millones. Lo peor es que pese a este esfuerzo, la cobertura de la caja es del 60%, uno de los ratios más bajos del sector. "En el futuro seguiremos dotando", afirmó la entidad.

Respecto a posibles fusiones, la entidad dijo que "no se le ha ofrecido ninguna caja" ni ella ha dado tampoco ningún paso.

Ante esta situación, la estrategia de la entidad se ha centrado en incrementar la solvencia, aumentar la liquidez (ha captado 15.000 millones en depósitos) y fortalecer el balance para conservar la buena calificación de doble A. De hecho, sus ratios de capital han mejorado hasta el 7,41%, también a la cabeza del sector.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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