"Somos el centro frente al radicalismo del Bloque y el histrionismo del PP"

Dejó la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas para sumarse al "ilusionante proyecto de Emilio Pérez Touriño" como uno de los hombres fuertes en la Xunta postfraga. Cuatro años después asume el papel secundario que le reservó el bipartito, "satisfecho del deber cumplido" y de "haber contribuido a que el Bloque esté en las instituciones". José Luis Méndez Romeu, (A Coruña, 1951) recuerda a sus socios que "no es bueno para la convivencia debatir cada día sobre la lengua".

P. ¿Qué valoración hace de tres años y medio de bipartito?

R. Ha sido un período legislativo muy productivo, el más intenso de la autonomía. Cumplimos en gran medida el programa con resultados económicos importantes, se sentaron las bases de la transformación de Galicia y sus instituciones. Se inició la recuperación en infraestructuras y acortamos distancias con España y Europa en bienestar, renta y PIB. Queremos más, para eso nos presentamos a las elecciones.

"A Louzán le gusta el conflicto, poco la colaboración y nada cumplir la ley"

"Sectores radicales nacionalistas acosan a comerciantes. Eso no es democrático"

"El PP fue vicario de intereses locales partidistas, no tuvo visión del territorio"

P. ¿Cómo encaran este largo final de legislatura?

R. Las elecciones serán cuando tocan. No fue el presidente quien especuló. Trabajamos con la satisfacción de haber cumplido objetivos y algo importante: sumar a distintos actores de la sociedad al proceso de cambio independientemente de su ideología. Se vio en la firma de acuerdos sociales y en el Pacto Local.

P. Desde el debate sobre el estado de la Autonomía PSOE y BNG escenificaron una imagen de unidad. ¿Es estrategia o han sellado todas sus diferencias?

R. Siempre ha habido unidad como lo prueba el alto nivel de acuerdos. Es cierto que se producen divergencias en asuntos que preocupan a la opinión pública. Insisto en que no debe existir confrontación respecto a la lengua. Es malo para la sociedad y el idioma debatir cada día en el Parlamento el Plan de Normalización y la enseñanza. Mayoritariamente nuestro socio comparte esta idea, pero hay sectores del nacionalismo radical que plantean campañas de acoso a comercio e instituciones que no concuerdan con una sociedad democrática y que llevan a los ciudadanos a acudir a los tribunales. Frente a la postura histriónica del PP y la posición más radical del nacionalismo, el PSOE debe ser la voz del centro, de políticas de concordia, progreso y encuentro. En su conjunto, el Gobierno desempeña un papel de estabilidad y ha mostrado en la España plural una forma distinta de gobernar, una coalición eficaz que recupera terreno en términos comparativos.

P. Hay sectores que reclaman mayor ruptura con el pasado.

R. Quizás, en materias simbólicas. La gente percibe una administración grande y lo es, pero impulsamos la administración electrónica o la modernización de servicios en sanidad o educación para que el ciudadano no pierda tiempo. Se aprecian avances en TVG donde la audiencia aumenta. Y las prioridades en todas las áreas son distintas. Las autovías son hoy de calidad y libres de peaje, donde existían servicios sociales insuficientes, hay políticas avanzadas; donde no había atención a idiomas en la enseñanza, hoy eso es una prioridad.

P. En lugar de reducir las fundaciones crearon 14 nuevas.

R. Desmantelamos otras muchas. Como las sanitarias que en enero desaparecerán, reorganizamos 34 fundaciones comarcales sin función. Es un proceso lento porque se hace sin costes, los sindicatos se oponen a amortizar puestos de trabajo.

P. ¿Qué balance hace de la gestión de su consellería?

R. Es un departamento peculiar que presta servicio a otras administraciones. Tenemos un récord de pactos laborales en materia retributiva y organizativa para que avance la administración. Rebajamos la temporalidad en la Xunta del 25% al 8% y debe bajar más. Se ha hecho un gran esfuerzo para informatizar juzgados y crear salas. Sentamos las bases para la futura policía autonómica, se aprobó una ley de emergencias y hoy tenemos más capacidad de respuesta ante eventuales situaciones de crisis.

P. ¿Cuándo estará la policía gallega y cuál es el modelo?

R. No se debe ir hacia el modelo Mossos de Esquadra o Ertzaintza. Es costoso, tiene riesgos y no garantiza más seguridad. Ese modelo está agotado. Se debe ir hacia la complementariedad para no hacer lo que hacen otros, sino lo que no está suficientemente bien hecho en nuestro territorio, como el tráfico o la protección de la naturaleza y el patrimonio. Sobre esa vía hicimos la ley. La otra, la de las policías del Estado bajo mando de las autonomías sería una fórmula válida, magnífica en los resultados porque ya existen, están entrenadas y pueden funcionar al día siguiente. Es un debate interesante.

P. Hay quejas de que no se cumple la Lei de Emerxencias.

R. Estamos bien en A Coruña donde hay una colaboración efectivísima de la Diputación, vemos receptividad en Lugo donde entrarán en funcionamiento cinco parques comarcales de bomberos en el primer semestre de 2009, tenemos conversaciones con la Diputación de Ourense, de momento sin resultado, para construir parques en Bande y O Carballiño, y grandes dificultades, incluso de interlocución, en Pontevedra. Pretendíamos construir parques en A Cañiza, Caldas y Baiona. Incomprensiblemente a la Diputación de Pontevedra le gusta el conflicto político, poco la toma de decisiones y menos cumplir la ley.. Las administraciones tienen el deber legal de cooperar. Es lamentable.

P. Prometió parques no privatizados y rescatar concesiones.

R. La gestión la deciden los consorcios. Hasta ahora se externalizaba. En Lugo planteamos la contratación directa del personal por el consorcio y un proceso público de selección y formación.

P. Las áreas metropolitanas siguen aparcadas.

R. No. En las directrices de ordenación del territorio que están a debate se habla una y otra vez de soluciones metropolitanas. Lo que está fuera de lugar es el debate sobre nuevas estructuras administrativas. Estamos convencidos de que hay demasiadas. El fenómeno metropolitano requiere una respuesta orientada a planificar servicios. No escucho a ningún alcalde que quiera ceder competencias y hay un segundo problema que es la legitimidad de esa estructura.

P. ¿Cuánto tiempo subvencionarán a la Semana Verde?

R. Es un ente creado por el Gobierno anterior sin analizar su viabilidad. Esperamos tener un director general profesional y un plan que fije un nivel progresivo de autofinanciación. Esa institución, como tantas, se ha ido descapitalizando y perdiendo cuota de mercado. El problema es conseguir ferias para que su cuenta de resultados sea sostenible. El desafío es que funcione como una empresa, aunque sea pública. El Gobierno anterior careció de una visión del territorio, fue vicario de intereses locales excesivamente partidistas.

P. Usted llegó de la Secretaría de Estado para convertirse en un peso pesado de la Xunta y parece relegado a un segundo plano.

R. Estaba en un observatorio privilegiado de la realidad de España cuando me pidieron venir en condiciones de gran incertidumbre. Acepté por el interés de participar en el reto que encabezaba Emilio Pérez Touriño. La distribución de tareas me reservó este papel que no es el de invertir grandes cifras en cemento o conocimiento y que implica negociar con unos y otros. Me quedo con el deber cumplido. Conseguimos algo importante como ayudar a que el nacionalismo, que siempre estuvo fuera de las instituciones, se encontrase cómodo con el Gobierno de Galicia y de España. Es bueno que acepte el marco constitucional y estatutario.