El agua se cobra la vida de un bebé, corta carreteras, inunda bajos y aísla Benicarló

La lluvia que descargó de forma insistente durante la tarde del sábado y la madrugada de ayer en la zona norte de la provincia de Castellón causó inundaciones en las localidades del litoral -como en Benicarló, que quedó aislada durante horas- y se cobró la vida de un bebé de siete meses, que fue arrastrado por el agua en un barranco cuando su madre trataba de ponerse a salvo con sus tres hijos tras sufrir una avería en su coche. El agua dejó prácticamente anegada la comarca, donde en pocas horas algunos pluviómetros acumularon hasta 130 litros por metro cuadrado. También provocó el corte de la carretera N-340 y dejó incomunicadas varias urbanizaciones de la zona, donde inundó bajos y garajes.

El accidente que se cobró la vida de un bebé se produjo sobre las 22.15 horas del sábado en el barranco de Les Tosses de Pandols, a su paso por el camino que va de Càlig a Peñíscola, donde, debido a la fuerza del agua, se produjo un siniestro en un vehículo en el que viajaban una mujer de 27 años, y sus tres hijos, de siete meses, seis y ocho años.

Tras el suceso, la madre y sus tres hijos que viajaban en el turismo se vieron sorprendidos por el cauce del barranco y, al intentar huir a pie, se vieron arrastrados por el agua. Varias unidades del Parque de Bomberos del Baix Maestrat, en Benicarló, se desplazaron hasta el lugar y rescataron en primera instancia a los dos hijos mayores y, seguidamente, a la madre.

Los efectivos sanitarios que acudieron al lugar del accidente atendieron a la mujer y a sus dos hijos rescatados, que presentaban síndromes de hipotermia, por lo que fueron trasladados al hospital de Vinaròs. Inmediatamente, se activó un dispositivo de búsqueda y rescate para localizar al hijo menor, de siete meses, que fue encontrado sobre las 3.10 de la madrugada, ya fallecido a unos 900 metros de distancia del punto del accidente.

Este nuevo episodio de lluvias se cebó en el norte de la provincia de Castellón y en menor medida en la de Valencia. Tras las fuertes lluvias de la madrugada, y en su recorrido natural hacia el mar, el agua anegó urbanizaciones y calles en Peñíscola y en Benicarló. En esta última localidad obligó a cortar un tramo de la carretera N-340. Además, los accesos subterráneos que conectan Benicarló con Peñíscola en la zona de Peñismar quedaron inundados, así como los túneles desde Benicarló hacia el interior de la provincia.