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Reportaje:Empresas & sectores

Restaura se agrieta

La principal sociedad del grupo inmobiliario pide el concurso

Lluís Pellicer

Una grieta se ha abierto esta semana en Restaura. La sociedad principal del grupo, con actividad sobre todo en Madrid y Barcelona, ha presentado esta semana al juez de lo Mercantil la solicitud de concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) con una deuda de 230 millones de euros. La empresa, que compraba y restauraba grandes inmuebles en el corazón de las grandes ciudades, es la segunda del lobby inmobiliario G-14 que se ve abocada al proceso concursal, aunque de momento sólo ha caído el tronco. Fuentes cercanas a la empresa explican que ahora la empresa se concentrará en garantizar la viabilidad de sus más de cien ramas, algunas de las cuales comparten sociedades con nombres ilustres, como el de Amancio Ortega.

La empresa declinó hacer comentarios al respecto, pero fuentes cercanas a ésta explican que el presidente de la inmobiliaria, Xavier Solano, no tuvo más remedio que tomar esta decisión límite. Según estas fuentes, la decisión fue provocada por la presión ejercida por algunos bancos acreedores, que no le dejaron otra salida. Otras fuentes apuntan que había contratado a una consultora internacional para buscar un socio que garantizara la viabilidad de Restaura, SL. No hubo éxito. Precisamente, en una jornada de la patronal de los promotores, APCE, Solano criticó en voz alta a la banca, a la que acusó de estar desaconsejando la compra de viviendas.

Restaura terminó el año pasado en números rojos. Perdió 6,52 millones de euros, frente a los beneficios de 23,9 millones que obtuvo en 2006. La caída de la actividad arrancó en el segundo semestre del año pasado. "Se inyectaban recursos para la expansión internacional sin tener retorno", dicen fuentes cercanas a la compañía. Pero este año el mercado se deterioró hasta el punto de que decidieron dar un viraje a su estrategia.

Restaura se planteó vender algunas de sus participaciones empresariales, reducir su estructura y vender activos inmobiliarios que todavía no habían tocado para soltar lastre y hacer caja. En Madrid, por ejemplo, se deshicieron de algún solar cuando una comunidad de propietarios les hizo una oferta de compra, mientras que en Barcelona y Zaragoza vendieron edificios para oficinas y hoteles, que a comienzos de año todavía eran líquidos.

"El ritmo de ventas es lentísimo", afirman las mismas fuentes. Por eso, la empresa congeló sus inversiones en España, donde aproximadamente tiene 150 proyectos vivos. Confía, en cambio, en sus proyectos en el extranjero, así como en los que tiene en España con otras sociedades participadas. Restaura también ostenta el 20,19% de Cevasa, una empresa barcelonesa que se dedica mayoritariamente al arrendamiento de viviendas.

El pasivo de la sociedad que ha presentado el concurso, Restaura, SL, asciende a los 230 millones, que representan el 15% de toda la deuda del grupo y el 20% de sus activos, valorados en 2.400 millones de euros. No obstante, fuentes cercanas a la empresa sostienen que los directivos de la sociedad todavía confían en salvar el proceso concursal. Para ello, se concentrarán en la actividad en París, Berlín y Varsovia. En la capital polaca la compañía tiene unas 1.500 viviendas de calidad. Pese a que su venta también es costosa, confían en la marcha de este mercado, cuyos precios suben dos puntos más que la inflación.

Un edificio de Barcelona adquirido por Restaura para su rehabilitación.
Un edificio de Barcelona adquirido por Restaura para su rehabilitación.

Una firma de lujo

La imagen de Restaura se asocia inevitablemente al lujo. Primero, por sus adquisiciones, varias de las cuales han sido sonadas. La empresa protagonizó en 2004 la mayor rehabilitación residencial hecha jamás en España tras comprar una manzana de 17 edificios en el paseo de la Castellana de Madrid por 144 millones de euros. Apenas cuatro meses después la empresa compró 17 inmuebles más en la localidad de Boulogne, ubicada junto a París. Suponía nada más y nada menos que la compra de una calle entera por 107 millones, a la que bautizó con el nombre de Pau Casals y a cuya inauguración fueron la viuda del mítico violonchelista y el ex presidente catalán Jordi Pujol. La empresa se expandió también a Berlín, Varsovia y Lisboa. Una de las vías para obtener liquidez era la creación de sociedades de inversión, Fonrestaura I y II y Fonrestaura Internacional, en las que entraron family offices como el de la familia Ortega y cajas de ahorros. Además, creó Restaura Business Club, una sociedad para vender sus viviendas a inversores privados.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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