2.000 personas desafían en Valencia a la lluvia para reclamar el fin de la pobreza

Unos 2.000 ciudadanos salieron ayer a la calle en Valencia para exigir que la actual crisis económica no oculte la "crisis permanente" que padecen los más de 1.400 millones de personas que viven en extrema pobreza en el mundo. Salieron a pesar del tiempo. Media hora antes del comienzo de la marcha una tromba de agua azotó la ciudad echando atrás, quizá, a otros manifestantes potenciales.

"Estamos aquí por la justicia. Para que todos tengan por igual, sobre todo lo mínimo", decía Ángeles Gamboa caminando detrás de una pancarta que reivindicaba el derecho universal a tener un techo. La manifestación, variopinta, intergeneracional, respaldada por 145 entidades e instituciones valencianas, y en la que participaron algunos inmigrantes, adoptó rápidamente un tono festivo. Había quien marcaba el paso con tambores (ritmo de batucada), y quien iba disfrazado de hombre de negocios retro, con sombrero de copa. Nuria Chiveli, de 17 años, y María Tatay, de 18, se dedicaban a dar "abrazos contra la pobreza". Y vestido con un chubasquero, el rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, advertía: "Todos pensamos que la pobreza no nos va a tocar nunca, pero ya veremos".

Gloria Bigné, presidenta de la plataforma organizadora, consideró que la respuesta ciudadana era "mejor que la prevista con el tiempo que tenemos". Cuando se le recordó que la cabalgata en honor de Jaume I, celebrada el 9 d'Octubre, reunió a decenas de miles de personas, que soportaron estoicamente la lluvia, alguien a su lado respondió: "Canal 9 dedicó 10 horas a anunciarla, y a nosotros no nos ha dedicado ni una". Hacia el final de la marcha, Emili Olmos, profesor de Secundaria, hacía una propuesta para futuras convocatorias: "Esta manifestación es para erradicar la pobreza. Y yo haría otra para erradicar la riqueza; si la erradicásemos, la pobreza desaparecería rápidamente".