Reunión en Barcelona de los alcaldes de ciudades que exigen el AVE
Están casi hartos. Son ocho alcaldes de ciudades que deberían estar enlazadas por la línea férrea de alta velocidad y que no lo estarán en años. Ayer se reunieron en Barcelona y anunciaron que se constituyen en "grupo de presión" para conseguir que se aceleren las obras. Jean Paul Alduy, alcalde de Perpiñán, sostuvo que la situación actual es "un insulto para la inteligencia", porque en 2012 estarán terminadas las obras del túnel bajo los Pirineos y el tren llegará a la ciudad francesa, pero allí se quedará sin vía hacia el norte.
Los alcaldes que se reunieron ayer en Barcelona son, además del de la ciudad, Jordi Hereu, los de Girona, Figueres, Narbona, Perpiñán, Toulouse, BÉziers y Montpellier.
La reunión terminó con un manifiesto en el que se exige a los gobiernos francés y español que aceleren todas las obras relacionadas con los diversos tramos de la alta velocidad en la eurorregión mediterránea. En lo que afecta a Barcelona, la exigencia principal es el desarrollo de la estación de la Sagrera, pero el punto más problemático es el tramo entre Perpiñán y Montpellier. Según las previsiones iniciales, debía estar terminado con una nueva vía en 2013, pero hoy esa obra ni siquiera tiene fecha y los pronósticos más optimistas señalan la posibilidad de que esté terminada no antes de 2020. Los alcaldes reclaman que se haga de forma inmediata; pero, conscientes de la realidad, han introducido una nueva reivindicación: que se arregle la vía existente de modo que la mejora esté lista en el año 2013 o 2014. Además reclaman que se prolongue la alta velocidad con ancho europeo hasta la ciudad de Valencia.
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