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La oposición condiciona su apoyo al voto delegado por maternidad

El PP quiere regular la ausencia por enfermedad e IU una reforma más amplia

Lourdes Lucio

La reforma del Reglamento del Parlamento para permitir el voto no presencial de las diputadas por razones de maternidad puede ir para largo. La presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, propuso ayer a los grupos parlamentarios una solución calcada a la que existe en el Parlamento de Cataluña de manera que los diputados que no puedan acudir al pleno por maternidad o paternidad deleguen su voto en un compañero de escaño. La oposición condicionó su apoyo a esta iniciativa, según quedó ayer claro en la Junta de Portavoces. El PP quiere que también se dé solución a las ausencias provocadas por enfermedad prolongada e Izquierda Unida pretende aprovechar la situación para una reforma del Reglamento más amplia, que le dé mayor poder de decisión y autonomía a la hora de presentar iniciativas.

El PSOE acusa al PP de buscar coartadas para las cuestiones sobre la igualdad

La situación, sin embargo, requiere una solución urgente. Actualmente hay una diputada que acaba de parir y otra se encuentra fuera de España con los trámites finales de adopción de su hijo. Esa situación les impide ejercer con normalidad su actividad política. Por este motivo no acudieron al último pleno del Parlamento en el que el PSOE, que tiene mayoría absoluta, perdió dos votaciones. Además de estas dos ausencias, se produjo la de otra diputada socialista, en sesión de quimioterapia, y la del presidente de la Junta, Manuel Chaves, que asistió a la audiencia que el Rey dio a la ejecutiva federal socialista.

El PP mantuvo ayer una posición ambigua. Es más, no quería que Coves presentara la iniciativa en la Mesa del Parlamento antes de pasarla a la Junta de Portavoces. Según fuentes parlamentarias, la vicepresidenta segunda, María José García Pelayo (PP), pidió que la propuesta entregada por la presidenta constara como no presentada. La posición de Pelayo fue duramente criticada por sus compañeros de Mesa, los socialistas Francisco Álvarez de la Chica y Marisa Bustinduy. El PP finalmente reculó y accedió a que la iniciativa de Coves se trasladara a la Junta de Portavoces.

En la reunión de ayer de este órgano no se adoptó ninguna solución, aunque los representantes de los partidos apuntaron por dónde van sus peticiones. De las intervenciones quedó claro que tanto PP como IU no están por una solución rápida que garantice el voto por delegación de las dos diputadas y, por tanto, la mayoría absoluta del PSOE. De querer solucionarlo ya hubieran dado el visto bueno a la iniciativa de Coves de manera que la reforma del Reglamento se pudiese aprobar por lectura única en el próximo pleno.

El portavoz del PP, Jorge Ramos Aznar, cuestionó no tanto el fondo de la propuesta, como la forma. Acusó a la presidenta de actuar como portavoz socialista y "a impulso de la rabieta del PSOE por perder una votación", cuando lo cierto es que la regulación del voto por maternidad es un compromiso que Coves adoptó en su toma de posesión en abril pasado. Ramos se mostró dispuesto al consenso, pero "como una reflexión generalizada" y apuntó la necesidad de que además de la maternidad se regulen los casos de enfermedad prolongada, que es tanto como equiparar la maternidad con la enfermedad.

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El portavoz de IU, Diego Valderas, dio su apoyo al voto por delegación, pero recordó que su grupo pretende una reforma del Reglamento más profunda para incluir "otros temas".

El socialista Manuel Gracia no consideró la posición como una excusa: "El hecho objetivo es que cada vez que se plantean cuestiones de igualdad y de paridad el PP encuentra una coartada para no dar su conformidad".

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