Tres palmos de agua en una sala de Urgencias del Infanta Leonor

También llovió dentro de las Urgercias del hospital Infanta Leonor. No del cielo, del techo. Las gotas caían a chorros de una cañería que había reventado por el volumen de agua, consecuencia del aguacero. "Es una sala de observación de pacientes, en la que están sentados en sillones", explicaba ayer un enfermero del centro. "Han tenido que trasladar a todos los que estaban ahí porque no había quien parase y eran gente que tenía que pasar la noche en Urgencias, por lo general de cierta gravedad. Es una vergüenza el estado de este hospital, nuevo y que ya se rompe". "El agua, esta mañana, en Urgencias nos llegaba todavía por los tobillos", explica una enfermera que ha salido del centro a fumar un cigarrillo. "A los compañeros del turno de noche les había llegado hasta la rodilla".

Los nueve pacientes se encontraban ingresados en observación de Urgencias. La habitación en la que reventó la tubería permaneció cerrada durante toda la jornada de ayer. Los enfermos que vieron llover desde la camilla fueron trasladados a una sala contigua. Fuentes del hospital aseguraron que durante la mañana de hoy se espera la visita de técnicos que reparen la avería.

Urgencias empezó a derivar pacientes, excepto aquellos casos de mucha gravedad. Felipe y Ana María atravesaban la puerta hacia el aparcamiento sobre las tres de la tarde. Ella se quejaba de un fuerte dolor de estómago. "Me han dicho que la tengo que llevar a otro hospital porque éste se ha inundado", explicaba Felipe mientras abría la puerta del acompañante.

El barro también entró en el sótano del hospital Infanta Leonor. Ayer por la mañana los charcos atestiguaban el reciente paso del agua en el interior de la planta sótano del centro.

Los accesos fueron lodazales durante horas y el limo había ganado terreno a los coches en las plantas bajas de los aparcamientos. Técnicos del Ayuntamiento de Madrid trabajaron durante toda la mañana para acondicionar la zona.