Tras los pasos de Senna
Con 18 años, Jaime Alguersuari se proclama el campeón más joven de la F-3 británica
Hace exactamente 23 años, un piloto brasileño de esa misma edad se proclamó ganador del campeonato británico de fórmula 3 en el año de su debut. Con el tiempo, Ayrton Senna fue tricampeón mundial de F-1 (1988, 1990 y 1991) y se convirtió en mito. Ayer, otro rookie se alzó con la corona de la F-3. Se llama Jaime Alguersuari (Barcelona, 1990), tiene 18 años y es uno de los corredores que están mejor situados para seguir el camino de Fernando Alonso. Giacomo, como se conoce al chico en el mundillo de las carreras, se alzó con el cetro a lo grande: tras imponerse en las dos mangas que se disputaron en Donington Park, donde el día anterior había logrado la pole, y tras llevarse también la vuelta rápida. Además, pulverizó el récord del circuito. Un hat-trick llaman al logro.
"¿La F-1? El objetivo es llegar, pero tengo que hacer muchas más pruebas"
"Ha sido un fin de semana realmente inolvidable", dijo Alguersuari, el más joven en conquistar el título y el primer español que lo logra. A su edad, demuestra tener las cosas sorprendentemente claras y mira al futuro con respeto y ambición a la vez. "¿La F-1? Es evidente que el objetivo es llegar allí, pero primero tengo que familiarizarme con los monoplazas y hacer muchas más pruebas", asegura el español.
Hasta llegar aquí, su trayectoria ha sido impecable. Es el campeón de España de karts más precoz, el más joven en ganar una carrera en F-Junior 1.6, en conseguir un podio en Fórmula Renault 2.0, en ganar una carrera de esta misma categoría y en proclamarse campeón. Además, el pasado mayo se convirtió en el más joven en realizar un test con un equipo de F-1. Fue en el circuito de IDIADA, en Tarragona, donde realizó unas pruebas de aerodinámica con el Red Bull RB4, con el que esta temporada compiten Mark Webber y David Coulthard. Los técnicos quedaron alucinados de la facilidad con la que se adaptó al coche. Como si lo llevara conduciendo toda la vida: "Es más grande y tiene mucho más agarre", dijo sin inmutarse cuando se bajó. Eso sí, al día siguiente apenas podía moverse. "Después de hacer la prueba le dolía mucho el cuello porque las fuerzas que debió soportar fueron mucho mayores de las que está acostumbrado", asegura Xavi Galilea, su preparador físico, que desde hace tiempo trabaja en esculpir el cuerpo y la mente del piloto ideal. "Le ayudo a buscar soluciones cuando tiene que reaccionar rápido en carrera", concede Galilea.
Circular a toda pastilla a bordo de un coche es algo que fluye de forma natural en Alguersuari. Así lo detectaron Helmut Marko y Danny Sullivan cuando lo reclutaron para formar parte del programa de jóvenes pilotos de Red Bull tras verle realizar sólo ocho vueltas al circuito de Estoril. "Llegué tarde a la prueba, me subí al coche, di unas cuantos giros y me bajé sin más. Luego resultó que había logrado el mejor crono", recuerda el catalán.
Desde entonces ha llovido mucho y Alguersuari es una realidad. A pesar de que ya comienza a notar que hay muchas miradas e ilusiones puestas en él, hay aspectos que tiene mucho más claros que la mayoría de los chicos a los que tiene que medirse en la pista. "En la F-1 no están los mejores pilotos del mundo, sólo los que consiguen llegar. Hay muchos que no pueden hacer frente a los elevados costes y a la falta de patrocinadores. Ésos, lamentablemente, se quedan por el camino", reflexiona el español, hijo de Jaime Alguersuari, promotor de la revista Sólo Moto y creador de las World Series.
En el Red Bull Junior Team, sólo cuatro pilotos han superado la barrera de los tres años dentro del equipo: Sebastian Vettel, Sebastian Buemi, Brendon Hartley y Alguersuari. Por el contrario, casi cien chavales se han ido perdiendo por el camino. A la hora de elegir un espejo en el que reflejarse, los colores que luce en su mono le pesan: "Alonso es muy bueno, pero a mí me gusta Vettel. Además de ser un piloto tremendo, me encanta la forma que tiene de entender la vida", ahonda Alguersuari, que este año ha compaginado las carreras del campeonato español con las del británico. "Ahora tengo otra carrera (12 de noviembre) en Macao. Voy allí sin ninguna presión, a disfrutar", asegura Alguersuari.
Con todo, a Giacomo aún le falta lo más difícil: mantenerse en el candelero, no fallar y tener paciencia. Si todo sigue su curso, llegará un día, no muy lejano, en el que sonará su teléfono y se le abrirá la puerta definitiva, la que le llevará a su objetivo, su sueño y su obsesión: tras los pasos de Senna.
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