Carros y sillas de bebé en los autobuses
La EMT incorpora vehículos con más huecos y más accesibles para los ciegos
Se oye una voz: "Línea 27, destino plaza de Castilla". El que habla es el autobús. Junto al faro delantero derecho, un altavoz que se activa en cada parada. Es el nuevo sistema de aviso para invidentes y personas con visibilidad reducida que incluirán a partir de ahora los nuevos vehículos de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Ya hay tres. Antes de que acabe el año serán 30 y habrá otros 200 más en 2009.
Se podrá subir con maletas del tamaño del equipaje de mano en los aviones
Cada uno de estos vehículos cuesta entre 230.000 y 260.000 euros, un precio similar al del resto de autobuses, según un portavoz de la EMT. La flota total es de 2.050 vehículos. La empresa aún no ha decidido por qué líneas comenzarán a transitar los nuevos. Consultarán antes a la ONCE para conocer los recorridos que consideran más interesantes o que tienen más demanda.
Los nuevos autobuses, presentados ayer por el concejal de Movilidad, Pedro Calvo, incluyen una sillita de bebé fija para niños de hasta tres años o entre 9 y 18 kilos de peso. A su lado, un espacio para carritos plegados y otro para abiertos.
En la esquina junto a la puerta trasera, reservan un hueco para los carros de la compra (con un cinturón para sujetarlos a la pared del autobús) y más espacio en el centro del vehículo para las sillas de rueda y para subir las bicicletas plegables, que hasta el pasado septiembre no estaban permitidas en los autobuses urbanos.
Las bicicletas deben viajar plegadas y con un tamaño equivalente al equipaje de mano. Sólo se permite una bicicleta por autobús, y siempre en función de que no vaya muy lleno de pasajeros. Las mochilas hay que quitárselas antes de subir y llevarlas en la mano. Todas estas normas están recogidas en el manual del usuario, que se reparte en los autobuses desde finales de septiembre.
Los nuevos modelos incluyen mamparas en la mitad del vehículo, en las que se expondrán los avisos, la publicidad y también los manuales, editados en cinco idiomas (castellano, inglés, árabe, chino y rumano).
El librito incluye también recomendaciones sobre qué hacer antes de subir al autobús ("hay que hacer una señal desde la parada para que el vehículo pare"), cómo acceder ("debes validar siempre el título de transportes") o cómo avisar de que se va a bajar ("utiliza los timbres para indicar al conductor").
Se podrá viajar con maletas o bolsos de viaje cuando éstos tengan un tamaño equivalente al equipaje de mano en los aviones. En el caso de los carritos de la compra, el acceso deberá ser siempre por la puerta delantera, y estará condicionado a la ocupación real del vehículo o la prevista por el conductor. Lo mismo ocurre con los carritos de los bebés desplegados, que deberán entrar por la puerta delantera.
Otra novedad es la posibilidad de viajar con una bici grande en la línea 33 (Príncipe Pío- Casa de Campo). Cuatro autobuses incluyen desde finales de septiembre un soporte trasero exterior en el que se pueden atar dos bicicletas. El sistema funciona de forma experimental sólo los fines de semana.
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