Sanidade promete erradicar las recetas de papel en 32 ayuntamientos este año

La Xunta ha elegido un feudo electoral del PP para estrenar la receta electrónica, uno de los proyectos estrella con los que pretende acelerar la atención en la sanidad pública. El ayuntamiento coruñés de Miño, donde se reverenciaba al ex presidente Manuel Fraga durante sus veraneos en Perbes, es el primero de Galicia que cuenta con este sistema informático para conectar las farmacias con los centros de salud. El presidente de Gobierno gallego, Emilio Pérez Touriño, comprobó ayer en el municipio cómo funciona el dispositivo. Acompañó en su periplo entre la consulta del médico y la botica a dos pensionistas que, quizás para compensar, son además militantes del PSdeG. "Nos eligió el partido. Soy socialista de carné y hasta lo enseño para ir a comprar en el El Corte Inglés", presume Pilar Casanova abriendo la cartera, mientras su compañera de protagonismo, Charo Grueiro, le urge a guardar la acreditación socialista porque el paseo con Touriño es un "acto institucional".

El Sergas unirá centros de salud, hospitales y farmacias por primera vez en España

El presidente presenció cómo, gracias al nuevo sistema, Pilar y Charo salieron de la consulta sin ninguna receta en papel y cómo en una botica cercana les dispensaban los medicamentos tras comprobar en el ordenador que habían sido prescritos por el doctor minutos antes. Desde un atril de la Xunta instalado en la rebotica, Touriño alabó las bondades de esta tecnología ya implantada en Cataluña y Andalucía. La sanidad, dijo, "ganará en operatividad y eficacia", los pacientes interrumpirán menos su "vida familiar y laboral" para ir al médico y los facultativos de cabecera dedicarán a los enfermos ese 30% de su jornada que perdían en papeleos.

La receta electrónica funciona desde hace unos días en Miño. El siguiente paso será conectar el municipio con el pontevedrés de Salceda de Caselas y luego con otros 30. La Consellería de Sanidade asegura que 32 localidades dirán adiós a las recetas de papel antes de acabar 2008. Se conectarán 145 farmacias con 45 ambulatorios, una medida de la que se beneficiarán, según la Xunta, 220.000 ciudadanos. En 2009 se cubrirá entre el 80 y el 100% del territorio.

Touriño asegura que el dispositivo de receta electrónica de Galicia será mejor que el catalán y andaluz porque es "más completo", ya que el historial electrónico de los pacientes podrá ser consultado desde ambulatorios, farmacias y también hospitales. Con este cambio, la atención en los centros de salud será "más resolutiva" y descargará la atención especializada, en la que se concentran las largas esperas de la sanidad.

La conexión informática de las farmacias con los centros del Sergas tiene una gran complejidad técnica, ya que ha de garantizar la confidencialidad de los datos clínicos que circulan por ella. Los farmacéuticos admiten que su implantación provocará, al menos al principio, algunos problemas. Ayer hubo suerte. "Ha salido todo bien, no se ha colgado nada", se felicitó, aliviada, la dueña de la farmacia elegida por la Xunta para acoger la visita de Touriño.

Tampoco surgieron en Miño problemas con los auxiliares de farmacia, que se ciñeron estrictamente al papel que les otorga la normativa. La titular de la botica les pidió que le trajeran los medicamentos de la estantería, pero fue ella la que los vendió. El hecho de que el nuevo sistema exija el uso de la firma electrónica del farmacéutico titulado ha llevado a la patronal a denunciar que el próximo año se producirán cientos de despidos de auxiliares. "Esta herramienta beneficia a los ciudadanos y no cambia en ningún sentido la labor del profesional", replicó ayer junto a Touriño la portavoz de colegios farmacéuticos, Rosa Lendoiro.