Cientos de sindicalistas piden que no paguen la crisis los trabajadores
La Jornada por el Trabajo Decente carga contra las 65 horas semanales
Centenares de sindicalistas y representantes de entidades de izquierda se manifestaron ayer en las principales ciudades valencianas para dejar clara su oposición a que el coste de la crisis financiera recaiga sobre los trabajadores. La protesta se focalizó contra la directiva europea que autoriza la jornada laboral de 65 horas semanales.
Los comités de empresa hacen paros simbólicos en los polígonos
La Jornada Mundial por el Trabajo Decente reunió en la plaza de Manises de Valencia la mayor concentración, con un millar largo de personas. En ella intervinieron los secretarios generales de UGT y de CC OO del País Valenciano, Rafael Recuenco y Joan Sifre, respectivamente. Recuenco apeló a la necesidad de "frenar" la directiva europea y a "denunciar la injusticia que supone en el mundo la existencia de millones de niños explotados y de trabajadores que cobran menos de dos dólares diarios". Recuenco advirtió de que si no se para la directiva que permite la jornada laboral de 65 horas semanales se podría aplicar en la Comunidad Valenciana en un futuro. Sifre señaló que la jornada mundial, convocada por la Confederación Europea de Sindicatos y la Confederación Sindical Internacional, supone la puesta en marcha de "un instrumento por una globalización diferente". A esta concentración acudieron cargos públicos del PSPV, Iniciativa del Poble Valencià, Esquerra Unida y el Bloc.
Por su parte, la Intersindical Valenciana, la CGT y otros sindicatos y partidos de izquierda minoritarios, convocaron una manifestación que reunió medio millar de personas y que discurrió por el centro de Valencia para acabar frente al Palau de la Generalitat.
El portavoz de la Intersindical, Vicent Mauri, explicó que "cualquier propuesta de reforma laboral será contestada en la calle" y criticó que haya patronales que pretendan que una crisis provocada por el capital la acaben pagando los trabajadores.
A esta manifestación acudió la cúpula del Bloc, con su secretario general Enric Morera a la cabeza, que indicó que la precarización del trabajo no es la salida a la crisis.
Además de estos actos principales, UGT y CC OO convocaron concentraciones en la plaza de María Agustina de Castellón y en el Palacio de las Brujas de Alicante. Por la mañana, los delegados de personal y los comités de empresa realizaron paros simbólicos a las puertas de las factorías más importantes para reclamar trabajo decente.
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