Ruiz-Gallardón: "La mejor inversión es ver una obra"
Algunos empresarios y productores de teatro de Madrid andaban quejumbrosos hacia el área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid porque no se sentían atendidos, hasta que el pasado 30 de julio lograron un encuentro con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la concejal de las Artes, Alicia Moreno. Pidieron y se les ha dado.
Por lo pronto, ya se ha iniciado una campaña, presentada ayer, para ayudar a un sector teatral privado en la que colaboran 23 salas y en la que quizá se ha excluido al sector más necesitado: los jóvenes creadores, los teatros alternativos, las salas de pequeño formato, los experimentales... Ello probablemente se debe a que los intereses de los supuestamente "débiles" son casi contrarios a los de este sector que ahora está siendo favorecido, ya que quizá el alcalde olvida que este sector al que apoya, además de por productores de espectáculos, está formado por profesionales que también y al mismo tiempo son empresarios de paredes (como toda la vida se ha llamado a los responsables de las salas) y encima se da la circunstancia de que también todos ellos son representantes de las asociaciones de productores.
Cosas de la endogamia teatral. Aunque también hay que aclarar que estas asociaciones nada tienen que ver con la famosa plataforma creada en Madrid hace cinco meses por una serie de profesionales del teatro que reivindican que se les haga más caso, aunque ayer dejó claro Moreno que dicha plataforma no se había puesto en contacto con el Ayuntamiento.
El acto, que contó con un brillante y provocador Ángel Pavlovsky, sirvió para reunir a unos y a otros alrededor de un hecho feliz para todos. Se va a apoyar a 23 salas (de las 61 que hay en la capital) cuya programación a partir de esta semana "está colgada" en 2.820 banderolas distribuidas por 45 circuitos de la ciudad. Son los propios teatros favorecidos los que financian la producción de las banderolas que ilustran las imágenes de cada espectáculo, cuya instalación en la vía pública es gratuita.
La campaña, que cuenta con el lema "Échale teatro. 100% vivo", tiene como objetivo informar al ciudadano de una parte esencial de la cultura de la ciudad y ayudar al sector privado. "La campaña de las banderolas es una reivindicación que llevamos demandando desde hace años y supone un primer paso en esta nueva etapa de entendimiento con la Administración", señaló Jesús Cimarro, presidente de la Asociación de Productores de Teatro, Música y Danza y empresarios de Espacios Escénicos, mientras el alcalde añadió: "Ponemos en marcha una idea que no es nuestra, sino de los empresarios, y contamos que además de la hipoteca, un jefe que no nos gusta y los madrugones hay un espacio que no sólo es de evasión, sino de emoción".
La crisis, no la eterna del teatro, sino la otra, también salió a la palestra, aunque los empresarios han dejado de temerla ya que este año han tenido un inicio de temporada manifiestamente mejor que la pasada, sin olvidar que el año 2007 el teatro en la ciudad ha tenido unos ingresos de 90 millones de euros y se han vendido casi cinco millones de entradas.
"La crisis tiene un componente real y un componente psicológico de confianza, me preocupa que al mundo del ocio le afecte la vertiente psicológica, es importante que le contemos a los madrileños el regalo que reciben por poco precio como es una obra, el dinero mejor invertido es acudir al teatro", concluyó el alcalde, quien no descartó la posibilidad de coproducir con los empresarios privados o incluso encontrar fórmulas por las que ellos puedan explotar producciones del Ayuntamiento, con lo cual se desdibujarían los límites y fronteras entre un teatro y otro. Toda una peligrosa, temeraria y arriesgada aventura que el Área de Gobierno de las Artes está dispuesta a vivir.
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