Un hombre de empresa
Este argentino de 46 años ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional en Shell. Y se siente orgulloso, pues es una compañía "que le ha ofrecido grandes oportunidades, tanto laborales como personales, e importantes posibilidades de cambio", que son las que le han llevado a apostar por la comercializadora de productos petrolíferos durante los últimos 17 años, según dice Martín Rueda.
Repasando su currículo, el nuevo presidente de Shell España empezó su trayectoria en la compañía en su Buenos Aires natal, precisamente donde le gustaría volver porque "tiene allí a su familia y su vida". Al otro lado del charco se encargó de desempeñar varios puestos en el área comercial y llegó a ser gerente de Ventas en 1998. "En 2001, justo antes de que estallase la crisis argentina", se trasladó a Inglaterra, donde ocupó el cargo de director de Estrategia en Shell Retail International. Un área en la que aprendió y viajó mucho, especialmente por Asia. Tras tres años en esa posición, se mudó a España para dirigir el negocio de Retail y para encargarse de la escisión de la filial española, "un proceso de división y venta de los negocios de retail del que me encargué y que fue muy interesante", asegura. Y volvió al Reino Unido para ser nombrado gerente de Marketing de Retail para Europa.
Rueda lleva 17 años afrontando desafíos, cambios de casa y países en Shell
Sólo tuvo una experiencia en otra empresa, en su país y al principio de su trayectoria: fue director de Ventas de herramientas de perforación en Hughes Tool Company.
Ahora, de vuelta a España, asume nuevos desafíos: seguir haciendo crecer el negocio, mejorar el entorno laboral de los empleados y acometer la actividad empresarial con un máximo respeto al desarrollo sostenible. Unos objetivos que compartirá con su responsabilidad sobre el negocio del gas en España, algo nuevo para él.
Casado y con cuatro hijos, Martín Rueda valora mucho los esfuerzos realizados por su familia en seguirle de un país a otro. Algo que también les ha aportado "valor añadido". Su mujer y sus chicos, de entre 11 y 18 años, continúan viviendo y estudiando en Londres, aunque se trasladarán a España cuando sus padres decidan si es mejor que finalicen o no allí su curso. Porque, a juicio del nuevo presidente de Shell, "España representa algo parecido a sentirme en casa. De hecho, si me quedase a vivir en Europa definitivamente, España sería mi país. Las costumbres, el idioma, es cercano...". Preferiría Argentina, "pero como vida, porque allí no tengo posibilidades de desarrollo profesional", asegura.
En sus ratos libres, este ajetreado profesional que se ha pasado toda la semana en La Haya, gusta de jugar al fútbol con sus amigos, aunque reniega de la edad, "ya no aguanto tanto como antes". Y también juega al tenis. Pero, como él mismo dice, tiene una asignatura pendiente: el golf. Y reconoce que es tan pendiente porque le motiva su práctica como por las relaciones que uno hace practicando este deporte en el que su padre es su claro ejemplo. Ir al cine y a esquiar unos días en Suiza con su familia son otras de sus aficiones. -
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