Alcaldes sin un euro
Los ayuntamientos de la región afrontan la crisis con recortes - La venta de suelo, una de las grandes fuentes de ingresos, ha caído en picado
Un solo polideportivo en el centro de Madrid. El de La Cebada. Para 141.000 habitantes. Era viejo y pequeño, pero a Miguel le hacía servicio. "Más que nada porque es el único que hay. Pero bueno". El 1 de agosto lo cerraron. El Ayuntamiento puso en marcha el plan de remodelación del viejo mercado de la Cebada y de la instalación deportiva. Presentó el proyecto y todo el mundo quedó encantado. Iba a ser largo, "pero valía la pena", recuerda Miguel. Ahora el proyecto queda parado debido a los recortes que el Ayuntamiento de Madrid, con un presupuesto de más de 5.000 millones de euros para este año, tiene que hacer para afrontar la crisis.
Las arcas municipales tienen menos margen para iniciar proyectos
La deuda que acumula el Consistorio es superior a ese presupuesto. Madrid debe hoy 6.336 millones de euros y la mitad de ese débito la ha generado la M-30. Esa falta de liquidez la paga la reducción de inversiones en equipamientos públicos en los barrios. "La perspectiva no es buena. Esto nos afecta muchísimo. El barrio tiene unas carencias tremendas, y si eso no se lleva a cabo veremos qué pasa. No podemos asumir ninguna cancelación de proyectos. Parece que esta gente esté esperando a que salte la chispa como pasó en París", vaticina el vecino de Vallecas Mariano Monjas.
Es el reflejo práctico, el que afecta directamente a los ciudadanos, de la crisis y la lucha de los ayuntamientos por obtener del Gobierno de España una financiación acorde con las competencias que asumen. Las arcas municipales están temblando, y los que más deben, menos margen tienen para afrontar nuevos proyectos.
Madrid es el paradigma de la situación desastrosa que atraviesan las arcas de otros ayuntamientos. Y esos problemas se trasladan a localidades como Alcorcón (PSOE), Rivas (IU), Fuentidueña del Tajo (IU), El Álamo (PP) o Daganzo (PSOE). Seis Ayuntamientos son analizados por EL PAÍS para tomarle el pulso a la administración más cercana, la que gestiona el día a día de los ciudadanos.
Una de las grandes fuentes de ingresos de los consistorios, la venta de suelo, ha caído en picado al igual que otros ingresos derivados del boom inmobiliario, como las licencias de construcción. Madrid sólo recibirá unos cien millones de los 480 que esperaba ingresar por la enajenación de solares.
Alcorcón (gobernado por el PSOE y con 201 millones de presupuesto) ha tenido que declarar desierta una subasta para vender solares de la que esperaba obtener 20 millones. Rivas ha perdido hasta ahora el 36% de los ingresos previstos para el presente año por no haber podido vender "nada" del suelo municipal urbanizable, plantea su alcalde, José Masa. La caída será mayor: en este Ayuntamiento 6 de cada 10 euros que ingresan en las arcas provienen de la construcción (venta de suelo, licencias...).
Parada esa venta de suelo y frenados los ingresos derivados de la construcción (pulmones de la financiación municipal en los últimos años) todos tendrán que ingeniárselas para intentar mantener los ingresos. El Consistorio de Madrid estudia muy seriamente la implantación de una tasa por la recogida de basura, un impuesto que se cobra ya en otras ciudades y que le costaría a cada madrileño unos sesenta euros anuales.
El Álamo (gobernado por el PP y con una población de 8.000 habitantes) ha privatizado el servicio de cementerio, así como la limpieza urbana y la limpieza de edificios. Ahora esperan como agua de mayo que se apruebe su Plan General de Ordenación Urbana, que puede aportar a las arcas un buen pellizco en concepto de impuestos. Al lado del Ayuntamiento hay un solar que fue adquirido para crear un centro de mayores: no se construirá.
Para un municipio como Fuentidueña del Tajo, los problemas tienen una proporción menor. Pero el ahorro llega hasta contar los botes de lejía necesarios para limpiar las instalaciones municipales hasta fin de año.
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