Francia entra en recesión y revisa a la baja su crecimiento

Francia está técnicamente en recesión, porque se dispone a encadenar dos trimestres con caída de su economía. El Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee) anunciaba oficialmente ayer que el producto interior bruto (PIB) se encogerá un 0,1% el tercer trimestre de este año y otro tanto en el cuarto trimestre. El Insee revisa también el crecimiento del PIB para 2008 dejándolo en un 0,9%, frente a su anterior previsión de un 1,6%.

Muchos expertos señalan que, con toda probabilidad, el primer trimestre de 2009, el país galo también verá una reducción del PIB. El Insee señala, asimismo, que la zona euro tendrá un crecimiento negativo del 0,1% en el último semestre de 2008, y que el aumento del PIB a final de año será de tan sólo un 1,1%, frente al 2,6% de 2007.

El Gobierno conservador había evitado hasta ahora pronunciar la palabra maldita. Incluso durante toda la mañana el ministro del Presupuesto, Eric Woerth, hizo todo tipo de equilibrios semánticos para que no saliera de sus labios. Pero finalmente lo reconoció, aunque con matices. "Estamos en recesión técnica, sí, hay una definición técnica y estadística y por otro lado está la realidad de las cosas". Para la titular de Economía, Christine Lagarde, se trata de "una situación económica difícil", si bien está lejos de la que se produjo en el último periodo negativo de 1993, cuando el PIB se redujo en un 0,6% y un 0,4% en dos trimestres negativos.

Lagarde señala como culpables al precio del petróleo, la caída del dólar y la crisis financiera. Según señaló, el 0,9% de crecimiento anual no está lejos del 1% previsto por el Gobierno hace unos meses. Para la oposición y los sindicatos, sin embargo, la cruda realidad es que Francia está en recesión y el Gobierno no ha sabido anticiparlo. El diputado socialista Julien Dray acusó al Ejecutivo de no tener un plan de ruta y de no haber previsto un "programa claro de relanzamiento económico".