Primer rezo colectivo de los musulmanes ceutíes al acabar el Ramadán
La ciudad autorizó la oración pública y Defensa les prestó el helipuerto
Hasta ahora se les había denegado el permiso, pero este año todo fueron facilidades. Los musulmanes de Ceuta cumplieron ayer un viejo anhelo: orar juntos con motivo del fin del Ramadán (el mes de ayuno islámico). Entre 2.500 y 3.000 fieles -la mayoría varones- acudieron a la explanada del helipuerto militar para invocar a Dios y escuchar el sermón del imán Mohamed Chrif el Harrak, de la asociación Mezquita de la Luz. El acto duró casi tres horas.
El Ejecutivo de Vivas se ha ganado los elogios del grueso de los musulmanes
Allí estaban también el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, y el presidente y vicepresidente de la ciudad autónoma, Juan Vivas y Pedro Gordillo, del PP. Es preferible, declaró este último a la prensa local, que a Ceuta "se la conozca por esto antes (...) que por los negros saltando" vallas como ocurrió en 2005.
Tres semanas antes, la ciudad, la Comandancia General y la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta, la más representativa de los musulmanes ceutíes, habían alcanzado un acuerdo para permitir el primer rezo colectivo al aire libre. Defensa ofreció la explanada y el Ayuntamiento puso transporte gratuito para trasladar a los devotos. También limpió el solar, montó carpas para las abluciones de los fieles, instaló la megafonía e incluso erigió un minbar, el púlpito al que se sube el imán. El Ejecutivo de Vivas se ha ganado esta vez los elogios del grueso de los musulmanes y del partido al que votan, la UDCE, principal fuerza de oposición. Su líder, Mohamed Alí, recalcó que fue "un acierto".
Hay, no obstante, algunas voces discrepantes. La Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta está en manos del tablig, una rama del islam fundada en India hace 81 años, y el imán que pronunció el sermón les es afín. A la Unión, los musulmanes promarroquíes le acusan de intentar cortar los últimos vínculos religiosos con Marruecos pese a que garantizan, según ellos, la práctica de un islam moderado. Yassin Mansouri, el jefe del espionaje marroquí (DGED), advirtió hace once meses a su homólogo del CNI, Alberto Saiz, de que el tablig era la antesala del terrorismo.
A las autoridades españolas, los promarroquíes, reagrupados en la Federación Española de Entidades Religiosas, les reprochan favorecer a sus rivales para debilitarles a ellos. Ayer boicotearon el acto de la explanada y mantuvieron sus mezquitas abiertas para que sus seguidores pudieran rezar sin desplazarse.
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