Un ex recluso enfermo mental degüella a la propietaria de un 'sex shop'

Apenas cuatro meses después de dejar atrás las puertas del Psiquiátrico de la cárcel de Fontcalent, por una condena de homicidio, un enfermo mental reincidió y la tarde del martes cometió otro brutal crimen. El agresor, un hombre de 43 años, entró en una tienda de lencería erótica de Alicante y acuchilló a la dueña, una mujer de 56 años, propietaria también de un sex shop. Luego se encaminó a su domicilio, en El Campello y confesó los hechos a su padre. Éste alertó a los agentes que lo arrestaron.

La víctima, nacida en Monòver, murió degollada en su establecimiento, sito en el número 6 de la calle Reyes Católicos, en pleno centro de Alicante. El agresor, José Carlos Morín Biota, natural de Zaragoza, había salido en libertad hace cuatro meses después de cumplir íntegramente una condena de 12 años por robo y un homicidio. Según fuentes de la investigación, el detenido, que sufre un trastorno mental no precisado, escogió su víctima al azar. "No la conocía", dijeron. Según esas fuentes, el agresor entró a la tienda "y una voz le dijo que la matara". Entonces, salió y compró un cuchillo en un comerció próximo. Regresó al local y consumó el crimen.

El homicida intentó limpiar la escena del crimen tal y como apunta la aparición de un mocho impregnado de sangre. Ningún trabajador de los comercios colindantes escuchó nada ni vio nada extraño. Carmen Cervera, dependienta de un establecimiento, resaltó: "Nos fuimos de aquí, sobre las diez menos cuarto. Vimos luz pero no nos asomamos. No vimos nada". Otra compañera, Tatiana Pérez, señaló también que sobre las diez de la noche había luz, pero no le resultó extraño.

En el arresto, el agresor no opuso resistencia y confesó los hechos. Fuentes de la investigación indicaron que el acusado presentaba heridas, presumiblemente causadas por la víctima. El cuerpo sin vida fue descubierto por el marido de la víctima a las once de la noche en medio de un gran charco de sangre.