'Sexy money' recupera el espíritu de 'Dallas'
Antena 3 estrena la serie en abierto tras su paso por TNT
Son guapos, podridamente ricos y su vida es un enjambre de intrigas, enredos y puñaladas traperas. Son los Darling, la familia que protagoniza Sexy money, serie que estrena mañana en prime time Antena 3 -y que también emite TNT (diales 24 y 25 de Digital +)-. Su nombre es perfectamente sustituible por los Ewing de la serie Dallas, los Carrington de Dinastía o los Channing de Falcon Crest, series que a los espectadores les encantó odiar en los ochenta. Se trata de una nueva saga familiar para el nuevo milenio, perfecta a los ojos de sus creadores para entretener a una audiencia sumida en la recesión económica y en la cultura del escándalo. Porque no importa lo que dijo F. Scott Fitzgerald de que los ricos son diferentes. "Aunque tu padre sea electricista, bombero o lo que sea y creas que no tienes nada que ver con esta familia de poder y fortuna inconmensurable, sus riñas y sus problemas te harán ver que en realidad compartes todo", dice William Baldwin, uno de sus protagonistas.
Baldwin exagera. Los Darling quizá no se asemejen tanto al resto de los mortales, pero se han metido a la audiencia en el bolsillo (10 millones de personas vieron su estreno). La serie, creada por Craig Wright (Cinco hermanos) y dirigida por Greg Berlanti (Anatomía de Grey), fue una de las sorpresas de la temporada en EE UU. También es la serie que provoca el "placer más culpable" a la audiencia, según una encuesta de AOL.
La sinopsis es sencilla. Peter Krause (A dos metros bajo tierra) es un abogado comprometido que tras la muerte de su padre se convierte en el encargado legal de la familia Darling, con la que se crió y a la que detesta. Una familia donde hay de todo: una madre adúltera (Jill Clayburgh), un aspirante a senador (Baldwin) con un transexual por amante, un cura con un hijo ilegítimo (Glenn Fitzgerald), una belleza con demasiados matrimonios (Natalie Zea) y un par de gemelos que tienen de todo menos seso. Además de un cabeza de familia que podría tener sangre en sus manos, papel que interpreta Donald Sutherland. "Cada uno de ellos es peor que el anterior", dice con cariño William Baldwin. "Son un grupo de majaretas volátiles y desequilibrados".
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