El último 'derby' sabe como el primero

El Espanyol-Barça es el derby catalán desde que el 23 de diciembre de 1901, en el campo del Hotel Casanovas, la sociedad Española de Football y el Barcelona Football Club se midieron por vez primera. Hoy será la última vez que ambos equipos, empatados a puntos, se enfrentan en la ciudad en terreno blanquiazul, efemérides que celebrarán con un duelo que evoca los mejores tiempos. Repletos los vestuarios de catalanes -hasta 23 futbolistas pueden disputar el partido (22.00, La Sexta y TV-3)-, los blanquiazules reciben a los azulgrana por última vez en Montjuïc -la próxima vez que el Espanyol ejerza de anfitrión se las verán en Cornellà- con el presidente de la Generalitat y de los dos clubes en el palco y con dos catalanes -Bartolomé Márquez y Josep Guardiola- en los banquillos, algo tan poco habitual que acontece por segunda vez en los últimos 20 años. "No sé si por comodones o por malos, pero no se apuesta suficiente por los entrenadores de casa", reivindica Tintín, técnico españolista.

Guardiola: "No quiero jugar contra equipos que van de víctimas. Me pone de los nervios"

Finos y elegantes como fueron los dos entrenadores cuando eran centrocampistas de sus equipos, es comprensible que el partido se anuncie con mayúsculas porque a ambos siempre les gustó el juego. Ya lo dijo Luis Aragonés: "Los futbolistas catalanes siempre supieron cuidar la pelota". Márquez y Guardiola cuidaron el balón como jugadores y ahora lo miman como técnicos. Aunque nunca coincidieron en el campo, siempre se han gustado. "Pep era un monstruo, tenía un GPS en la cabeza", cuenta el españolista, y responde el azulgrana sobre su rival: "Era muy bueno, tocaba muy bien la pelota: si la pillaba en la frontal del área era gol o gol".

El azulgrana elogia la apuesta del blanquiazul: "Márquez ha insistido en la línea que marcó Valverde. El Espanyol es un buen equipo, bien organizado, poderoso en el juego aéreo. Los medios no participan mucho, pero ayudan en las segundas jugadas. Tienen, además, a un muy buen portero", afirma Guardiola antes de reconocer que Tamudo y Luis García son tan buenos que condicionarán "con matices" su defensa. Guardiola no ha repetido alineación y no se espera que lo haga hoy en un partido que no le gusta por las ocho ausencias españolistas, con De la Peña y Finnan a la cabeza. "Es lo que más me preocupa. No quiero jugar contra equipos que van de víctimas. Me pone de los nervios". "Si por mí fuera", bromea Márquez. "del Barça no vendrían 11 o 12. He buscado un virus para Messi, pero no lo encuentro". Y añade: "Nos citamos para ganar y se hacen hasta trampas, pero no voy a hablar mal del Barça". El derby fue siempre el derby con peor o mejor estilo. "Desde infantiles, ya veíamos a los padres pegarse en las gradas", recuerda Iniesta. "No hablaré mal del Barça", insiste el técnico blanquiazul. Tampoco Guardiola lo hace del Espanyol, y menos si se recuerda que su abuelo Sebastià era periquito: "Era tan buena persona que como en el pueblo todos eran culés, le supo mal y se hizo del Espanyol". Guardiola ha convocado a sus futbolistas para entrenarse y almorzar. Luego les dará libre hasta las ocho porque "el partido es muy tarde". La paz institucional no se corresponde con las afrentas de los hinchas radicales, que se han citado por Internet para la última visita a Montjuïc.