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Crónica:Cuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valladolid se lleva un duelo parejo

Los de Mendilibar ganan al Almería con suerte y un gol al final

El Valladolid sobrevivió a la visita del Almería con un gol de fortuna y otro en el último minuto, mucho esfuerzo y sin delantero centro. Arconada y Mendilibar tienen el mismo origen, la misma escuela, incluso un talante similar, y sus equipos también. Valladolid y Almería se turnaron para hacer lo mismo, para correr, presionar, empujar, robar muy arriba. Negredo corría de central en central, Víctor malgastaba su energía en evitar que el cuero llegase franco al centro del campo. Sólo Sesma era capaz de ganar a su pareja, pero cuando el balón llegaba al área la tensión defensiva era tan grande que el trabajo de los porteros resultaba casi intrascendente y cuando la exigencia crecía Alves y Asenjo engordaban su buena fama.

VALLADOLID 2 - ALMERÍA 0

Valladolid: Asenjo; Pedro López, Prieto (Nano, m. 73), Baraja, Marcos; A. Rubio, Vivar Dorado; Escudero (Medunjanin, m. 64), Víctor, Sesma; y Ogbeche (Borja, m. 85). No utilizados: Villar; Aguirre, Cannobio y Óscar Sánchez.

Almería: Alves; Bruno, C. García, Pellerano, Acasiete; Juanito, Julio Álvarez; Ortiz (Nieto 76'), Soriano (Corona 53'), Crusat; y Negredo (Natalio 65'). No utilizados: Esteban; Chico, Uche y Macedo.

Goles: 1-0. M. 65. Una falta botada por Rubio, se cuela en la meta de Alves. 2-0. M. 94. Medunjanin, sobre la salida de Alves.

Árbitro: González Vázquez. Expulsó a Rubio (m. 84) por doble amarilla. Amonestó a Prieto, Baraja, Crusat y Medunjanin.

Unos 15.000 espectadores en Zorrilla.

Arconada comenzó a pensar que el empate era bueno demasiado pronto y en el mismo minuto en el que decidió retirar a Negredo llegó el gol del Valladolid en una jugada tonta, en una falta que lanzó Álvaro Rubio a la cabeza de Luis Prieto y que llegó a la red sin que el central hubiese acertado a tocar el balón.

Sin referencias el Almería no supo como organizar la remontada y terminó por sufrir un sofocón cada vez que el Valladolid se asomaba al área de Alves. Al final, a fuerza de balonazos el equipo de Arconada comenzó a coleccionar ocasiones, a insinuar el empate sobre todo cuando el Valladolid se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Álvaro Rubio, pero entonces surgió Sergio Asenjo, el portero al que sigue todo el mundo que deshizo los esfuerzos de Natalio primero, de Bruno después hasta que al final Medunjanin puso el segundo gol en el último minuto.

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