El congreso de los socialistas empieza con Jorge Alarte como favorito
En pocas horas terminará la pugna por el liderazgo de los socialistas valencianos, por el que han competido cinco candidatos, ahora dos. A las ocho de la tarde termina el plazo para presentar los avales imprescindibles para lanzar una candidatura. Jorge Alarte, alcalde de Alaquàs, ha reunido casi el doble de ese número y aunque las papeletas de apoyo no se traducen necesariamente en votos, sí parece que podría alzarse con la victoria, según la impresión generalizada que comparte la dirección del PSOE.
Desde la ejecutiva se rechaza la tesis de que Madrid apoya a Alarte, a pesar de que sus contrincantes sostienen que este joven alcalde es el candidato preferido del vicesecretario general, José Blanco, y de la secretaria de organización, Leire Pajín. Es posible que así sea al final del proceso aunque meses atrás en la dirección socialista se confiaba en que surgiera otro candidato, diferente de Alarte, a quien le sigue muy cerca, y cuyos partidarios todavía le ven con posibilidad de ganar: Joaquim Puig, diputado autonómico y alcalde de Morella. Anoche aún existía la duda de si podría haber algún acuerdo entre Puig y un tercer candidato, Francesc Romeu, que por si sólo no reúne los avales.
De la carrera se han retirado José Luis Ábalos y Ana Noguera, al constatar que sus apoyos no eran los suficientes, aunque la mera existencia de grupos que les animaron a presentarse demuestra la gran atomización del socialismo valenciano. Esta división es la que preocupa en Madrid, que no quiere que el congreso se convierte en escenario de confrontación.
La dirigente federal Leire Pajín estaba ya ayer en Valencia. Se entrevistó con su homólogo valenciano, Alfred Boix, y cenó con la gestora.El alcalde de Morella presentará esta tarde sus avales y se convertirá en candidato, insistían desde su entorno. Anoche, según el entorno de Puig, éste tenía previsto reunirse con Francesc Romeu para evaluar si es posible o no unir fuerzas y disputar juntos a Alarte la secretaría general. Otras fuentes lo negaban con rotundidad y aventuraba que Romeu intentará recabar los avales, objetivo aritméticamente difícil, pero si al final no llegaba su actitud en la resolución del cónclave sería constructiva.
"Estamos en la guerra de nervios y en el ritual previo a cualquier congreso", desdramatizaba un dirigente comarcal del partido. Pocos se atreven, sin embargo, a dar el cónclave por resuelto y bien resuelto. Se va a un escenario de dos candidatos -Alarte y Puig-, que pueden acabar al final en una candidatura única, en la que Puig se integre y renuncie a la votación. Todo es posible, el escenario, insisten desde los órganos federales, sigue estando muy abierto.
Ni el alcalde de Alaquàs se atrevió ayer a descartar ningún escenario, aunque reiteró que disponía de los avales necesarios, unos 142. El regidor se dejó fotografiar en Blanquerías, sede de la federación socialista valenciana, a la que acudió para recoger su credencial como delegado. Las siguientes horas las dedicará a preparar la intervención con la que debe convencer al medio millar de delegados para que le voten.
Alarte se negó a hablar de posibles equipos, pero en las horas previas al congreso ha saltado el nombre de Elena Martín, asesora en el Ayuntamiento de Alicante y persona de la confianza de Leire Pajín, como posible secretaria de Organización de Jorge Alarte, si éste consigue alzarse con la victoria.
Las conversaciones para la conformación de la Mesa del Congreso -que integrarán presumiblemente dos miembros de Valencia, otros dos de Alicante y uno de Castellón- seguían, al cierre de esta edición, sin cerrarse. No se esperaba, a pesar de las incógnitas que rodean el congreso, una bronca monumental para consensuarla. "Habrá consenso en torno a los órganos de dirección del congreso", dio por seguro un alto dirigente.
Entre los nombres que se barajaban ayer para la presidencia toma fuerza el del alcalde de Alfafar (l'Horta Sud), Emilio Muñoz, aunque Puig puso encima de la mesa el nombre del alcalde de Gandia, José Manuel Orengo. La alcaldesa de Guardamar, Marylén Albentosa, que está con Alarte, también podría incorporarse.
El congreso se abrirá a mediodía con un acto de homenaje a Max Aub. La secretaria de Organización tomará la palabra, pero su intervención política no se producirá hasta por la tarde. En su discurso, Pajín insistirá en la necesidad de que los socialistas valencianos celebren un congreso en clave externa y que sea útil para los ciudadanos. Joan Lerma, presidente de la gestora, también se dirigirá al plenario.
Acabados los parlamentos llegará el momento de la verdad. En torno a las ocho de la tarde, si se cumple el programa, todo apunta a que Alarte y Puig entreguen sus avales a la mesa.
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