Navas le da un respiro al Sevilla
El Sevilla aprovecha las bandas para rematar al Espanyol a la defensiva
No era ayer una noche para innovar. Y Manolo Jiménez lo sabía. El sistema de rotaciones se quedó en el cajón. Después de una semana en el disparadero, en la que le ha llovido de todo menos halagos, el técnico sevillista se sometía al examen del Sánchez Pizjuán. Y ahí estuvieron Maresca y Chevantón para echarle un capote. Los dos goles, con sus tres puntos, no son un cheque en blanco para el técnico, pero le supone una bocanada de aire a su maltrecho crédito.
El Sevilla fue ayer un equipo reconocible. Al menos, en cuanto a los jugadores que dispuso Jiménez en el terreno de juego. Las bandas volvieron a ser para Capel y Navas. Y los de Nervión lo agradecieron. Navas fue una vez más el revulsivo de su equipo. El extremo derecho es una bala ligera que atraviesa lo que se le ponga por delante. Nada pudieron hacer Finnan ni Chica, que los sustituyó tras la lesión del ex del Liverpool, para detenerlo. Y si en la otra banda está Capel, y la batuta la lleva Maresca, el Sevilla sólo puede que reconocerse a sí mismo, pese a tardar media parte en darse cuenta.
SEVILLA 2- ESPANYOL 0
Sevilla: Palop; Mosquera (Crespo, m. 60), Escudé, Squillaci, Fernando Navarro; Jesús Navas, Duscher, Maresca (Romaric, m. 72), Diego Capel; Luis Fabiano y Kanouté (Chevantón, m. 81). No utilizados: Javi Varas; Dragutinovic, David Prieto y De Mul.
Espanyol: Kameni; Sergio Sánchez, Jarque, Pareja, Finnan (Chica, m. 32); Ángel, Lola (Callejón, m. 63) ; Luis García, Sielva (Moisés, m. 63), Valdo; y Jonathan Soriano. No utilizados: Cristian Álvarez; Nené, Román y Coro.
Goles: 1-0. M. 57. Centro de Navas que acaba cabeceando Maresca. 2-0. M. 85. Chevantón, a pase de Navas.
Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Ángel, Mosquera, Luis García, Valdo, Sielva, Chica y Pareja.
40.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
El Espanyol plantó cara durante 45 minutos. Los blanquizaules pusieron atrás un cerrojo en las manos de Pareja y Jarque. Ni Luis Fabiano ni Kanouté encontraron la llave para abrirse paso. Y con la seguridad que otorga una defensa sólida, los de 'Tintín' Márquez cedieron el balón para esperar el fallo del rival. Lo que no esperaban era que el cerrojo se deshiciera tras el descanso.
Maresca dio con la tecla para horadar la portería de Kameni. Después del mazazo, el Espanyol se rindió ante la avalancha de un Sevilla que volvía a gustarse. Chevantón remató la faena. Jiménez respiró tranquilo. En tres días, le toca otro examen. Ni más ni menos que el Atlético.
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