Se busca socio a la desesperada

¿Tiene Morgan Stanley que venderse? Las noticias de que su jefe le dijo al jefe de Citigroup que necesitaba un acuerdo para sobrevivir tal vez hayan sido desmentidas. Aun así, la desesperada búsqueda de socio por parte de Mack sugiere que la empresa no tiene futuro viable por sí sola.

¿Pero es así? Por supuesto, Morgan Stanley afronta una crisis de confianza que está matando su sección comercial. Los fondos de cobertura han retirado su actividad. ¿Pero por qué no dejar que eso ocurra y volver a ser la empresa centrada en los clientes, más pequeña, que en otro tiempo fue Morgan Stanley?

Habrá quienes objeten que eso es imposible. Cuando el precio de una acción se viene abajo, la confianza se desvanece, y en banca eso es lo único que importa. Fíjense qué ocurrió con Bear Stearns y Lehman Brothers.

Pero el balance contable de Morgan Stanley no tiene el nivel de residuo tóxico que golpeó a Bear, Lehman y Merrill Lynch. De hecho, Morgan Stanley está incluso menos expuesto a los activos problemáticos que Goldman Sachs. Es más, tanto su capital como su liquidez parecen sólidos, y ahora puede acudir a la Reserva Federal para financiar casi cualquier activo.

Es más, ninguna de las alternativas actualmente sobre el tapete parecen especialmente atractivas. A primera vista, la fusión con Wachovia podría parecer darle a Morgan Stanley acceso a una base de financiación más amplia. Pero, de hecho, eso es ilusorio. Difícilmente podrá asaltar a los depositarios de Wachovia para que financien su negocio comercial.

Mientras tanto, la idea de vender una participación del 49% a China Investment Corporation, el fondo soberano, no solucionaría el problema de financiación de Morgan Stanley. Ciertamente, aumentaría el capital, y quizá la confianza. Claro que, a lo mejor, podría ser un buen trato. Quizá los chinos estén dispuestos a pagar un precio más alto. O quizá podría convencer a un banco fuerte, como JPMorgan, para llevar a cabo una fusión.