Penélope Cruz: "Nunca había hecho de alguien tan inestable"
Seria, contenida, muy profesional, absolutamente lo opuesto a la desequilibrada María Elena, su personaje en Vicky Cristina Barcelona, Penélope Cruz habló ayer ante un grupo de periodistas de su trabajo en la película de Woody Allen. Ser 14 a su alrededor no impedía sentir su magnetismo, especialmente si te sentabas a su lado. Sus grandes ojos oscuros, las controvertidas pestañas, el mohín de la boca, la inquietante costumbre de chuparse una duricia en el pulgar y el minúsculo tatuaje en la cara interior de la muñeca resultaban tan hipnotizantes que era difícil concentrarse en la conversación. No obstante, logró toda la atención al hablar sobre el beso que se da con Scarlett Johansson en la película. "Le preguntamos a Woody cómo debíamos hacerlo, pero él se escurría. Se miraba la mano y empezó a preocuparse por una mancha nueva que decía que le había salido". Así que lo hicieron a su manera. Nadie se lo reprochará.
"Nunca había hecho un personaje tan inestable y me apetecía mucho investigarlo", dijo de María Elena. "Los personajes tan inestables de cabeza siempre me producen mucha compasión. No quería reírme de ella. Y en realidad olvidé que hacíamos una comedia hasta que vi la película proyectada. Al rodar pensaba que hacía un drama muy duro".
Sólo tuvo palabras de elogio para Allen. "Tiene un gran sentido del humor. Es educado y respetuoso, y nunca falso. Su sistema de rodar es muy peculiar: va a toda velocidad, tiene muy claro lo que quiere, toda la película en la cabeza, y no hace ni una toma de más".
"Con Woody me pasa lo mismo que con Pedro , aunque tienen un sistema tan diferente, con ambos sabes que estás en manos de un genio que sacará lo mejor de ti".
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