Chaves: "Mejor esperar a un mal acuerdo"

"Hoy es un día de fiesta", proclamó ayer Manuel Chaves minutos después de rubricar en comisión mixta el traspaso a Andalucía de la gestión de la cuenca del Guadalquivir, un río que es "santo y seña de la identidad de nuestra tierra", según dijo. Pero nada más terminar, los periodistas le preguntaron si también lo decía por el incumplimiento del Estatuto de Autonomía para alcanzar en plazo un pacto sobre la cuantía de la deuda histórica, también santo y seña del mayor culebrón político andaluz.

Madrid dice que se trabaja sobre el documento de la Junta andaluza

Salgado garantiza que la inversión será similar al peso de la población

El descalabro de la negociación entre el Gobierno central y autonómico cuando obligaba el Estatuto (o sea, ayer, 20 de septiembre) va a tener un efecto de martillo pilón sobre el Ejecutivo socialista de Manuel Chaves al menos en los próximos seis meses y, en menor medida, en el de José Luis Rodríguez Zapatero. Responsables de los dos gobiernos deberán dar cuenta del fracaso de la negociación en sus respectivos Parlamentos. Los seis meses es la prórroga que ambas administraciones se han concedido para llegar a un pacto sobre la cantidad, pendiente desde hace 26 años, y que la Administración del Estado deberá abonar, según también marca la norma estatutaria, en marzo de 2010. "Me hubiera gustado que se cumpliera el Estatuto, pero prefiero un plazo de seis meses a un mal acuerdo", explicó Chaves sentado al lado de la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado. El presidente recordó que fue Zapatero el que en 2008 dio un anticipo de 300 millones.

El cartel con el eslogan de que el Gobierno de Zapatero cumple con Andalucía se ha caído, momentáneamente, de un lado de la pared y quizás por ello, Salgado insistió ayer en que el único documento con el que se está trabajando para calcular el déficit de los traspasos en educación, sanidad y vivienda al inicio de la autonomía recogida en la Disposición Adicional Segunda del Estatuto es el presentado por la Junta. Dicho esto, la ministra no confirmó ni desmintió que el Ministerio de Economía y Hacienda la hubiera evaluado en 900 millones de euros, mientras que la Junta se mueve en una horquilla de entre 1.148 y 1.742 millones de euros. No le hizo falta porque el que salió en su ayuda fue Chaves. El presidente andaluz aseguró que "no se habló de ninguna cantidad" en la conferencia de prensa que dio el vicepresidente económico, José Antonio Griñán, tras la comisión de cooperación Junta-Estado del pasado jueves. Y, efectivamente, nada se dijo ante los micrófonos, pero sí cuando estos se apagaron. Según los andaluces, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, rebajó la cifra a menos de 900 millones euros, aunque hay algunos que aseguran que no alcanzaba ni la mitad de esa cantidad.

Aunque Chaves y Salgado insisten en que las discrepancias se centran en "razones técnicas y metodológicas" de cuantificación, todos son conscientes de que el principal escollo es que no se le puede garantizar a Andalucía un dinero que se le niega al resto de comunidades en pleno debate de la financiación y de crisis económica.

También para evitar que gane cuerpo la duda de si al de la deuda seguirán otros incumplimientos estatutarios, la ministra afirmó que los Presupuestos del Estado de 2009 contemplarán inversiones en Andalucía similar al peso de su población (17,8%). "No habrá ningún problema. Separemos las dos cuestiones. No tenga ninguna duda de que lo vamos a cumplir", dijo.