Tocar las nubes sin caminar
Cinco destinos de la alta montaña española. Desde Canarias a los Picos de Europa. Y con la sorpresa asegurada de poder contemplar el paisaje desde cabinas y vagones
La montaña, para quien se la trabaja". Esta frase corre de boca en boca entre montañeros, escaladores y excursionistas, porque ninguno quiere más accesos fáciles hacia los pocos santuarios montanos que quedan en España. Y no faltan razones para preservar la alta montaña de la masificación turística, que ya tiene bastante calvario con las ampliaciones de las estaciones de esquí. Pistas forestales, carreteras y artilugios mecánicos del estilo funicular, telecabina o teleférico gatean por las laderas de muchas de las alturas serranas emblemáticas de la península Ibérica, salpicándolas de unos hierros y asfaltos que la naturaleza no quiere.
Sin entrar más en polémicas, y para el disfrute de los que por impedimento físico u otras razones no pueden llegar a las alturas, aquí se exponen los parajes de alta montaña a los que se puede acceder mediante teleféricos o trenes de cremallera.
En teleférico El Teide
Sin lugar a dudas, el más espectacular de todos los remontes, por alcanzar la cima del Teide, la montaña más alta de España. El último tramo desde La Rambleta (3.550 metros), estación terminal de la cabina, hasta la cumbre del volcán está restringido por seguridad y medidas de conservación. Para recorrer los metros que faltan por el sendero Telesforo Bravo hasta coronar el Teide hay que pedir un permiso especial solicitándolo con una semana de antelación por e-mail (teide@oapn.mma.es; incluya sus datos y el número de DNI, así como el día y la hora en los que quiera subir) o en las oficinas del parque nacional (Emilio Calzadilla, 5; Santa Cruz de Tenerife; 922 29 01 29 y 922 29 01 83; horario: de 9.00 a 14.00, de lunes a viernes; llevar fotocopia del DNI).
Además de la senda a la cumbre del cráter se pueden realizar dos recorridos, esta vez sin necesidad de permiso especial, hacia los miradores de La Fortaleza, al norte, y el Pico Viejo, al sur. Desde estos increíbles oteaderos se pueden adivinar, a los pies, el valle de la Orotava, los barrancos del Macizo de Teno, el cordal del monte de La Esperanza, el Macizo de Anaga, la mole de Montaña Guajara, los Roques de García y las islas del Hierro, La Gomera y La Palma.
Las subidas en cabina a la estación terminal de La Rambleta comienzan a las 9.00 y finalizan a las 16.00, mientras que las bajadas son hasta las 17.00, salvo inclemencias del tiempo o fuerte viento que imposibiliten dicha subida. Tarifas: residentes, 12 euros; no residentes, 24 euros.
Fuente Dé
A poco más de 28 kilómetros de Potes, en los adentros del valle cántabro de Liébana, se encuentran las instalaciones del teleférico de Fuente Dé. Un impresionante circo glaciar bautizado con el nombre de la fuente que ve nacer las aguas del río Deva. Para los menos andariegos se ha convertido en una cómoda forma de acceder al Macizo Central de los Picos de Europa, tras una ascensión de 750 metros de desnivel que les traslada hasta el Mirador del Cable, a 1.847 metros de altitud.
Desde el balcón de este prodigioso otero se pierde la vista por las vallejadas de la tierra cantábrica, mientras a las espaldas se alzan las moles de roca soñadas por los montañeros: la Torre Cerredo, Picu Urriellu, Peña Vieja, Horcados Rojos, Santa Ana y Tesorero. De aquí parte la ruta que atraviesa de sur a norte los Picos de Europa con destino a la aldea de Bulnes y Poncebos, pernoctando en el refugio de la Vega de Urriellu.
Tarifas: ida y vuelta, 14 euros; ida o vuelta, 8 euros. Horario: invierno, de 10.00 a 18.00; verano, de 9.00 a 20.00. Bicicletas permitidas en los dos primeros viajes de las cabinas
Estany Gento
La Vall Fosca es uno de los parajes mejor conservados del Pallars Jussá, en el Pirineo de Lérida, y entre los atractivos más interesantes de este valle de pueblos románicos se encuentra el teleférico que asciende hasta el Estany Gento. Este lago, antiguamente llamado Estangento, se hizo famoso porque su estación meteorológica marcó el 2 de febrero de 1956 una temperatura de 32 grados bajo cero, el menor registro hasta el momento en España. Se estima que, durante la ola de frío de ese invierno, en las cumbres se pudieron superar los 50 grados bajo cero.
El teleférico funciona del 1 de julio al 30 de septiembre con dos salidas diarias desde el lago de Sallente (1.770 metros), a las 9.00 y a las 15.00, y dos bajadas diarias desde el Estany Gento (2.154 metros), a las 13.00 y a las 18.00. Esto permite a los usuarios subir y bajar en la cabina con una estancia de media jornada o la jornada entera, con un recorrido de 700 metros lineales y un desnivel de 384 metros.
Desde las inmediaciones del lago se pueden hacer paseos por un área natural formada por una veintena de pequeños ibones y lagunas glaciares que rodean la cabecera del río Flamisell, en la periferia del parque nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. El descenso se puede hacer por el sendero del antiguo ferrocarril de vía estrecha que llevaba material para los equipos hidráulicos que se levantaron durante el siglo XX.
En funicular Bulnes
El secular aislamiento de la aldea de Bulnes terminó en 2001 con la puesta en funcionamiento de un funicular que salva los 400 metros de desnivel entre Poncebos y el barrio de Abajo o de la villa de la propia aldea. En siete minutos se recorren los 2.200 metros de túnel que sustituyen al viejo acceso de la Canal del Tejo, con sus seis kilómetros de sendero y casi dos horas para patearlo; pero la belleza del recorrido no tiene parangón. Sigue siendo el único pueblo de Asturias que carece de acceso rodado, y el funicular ha devuelto la vida a sus 20 habitantes; pero para los visitantes vale la pena regresar por el viejo sendero con el disfrute de sus parajes y la imagen perdida de las reatas de burros que hasta principios del siglo XXI ascendían por esta trocha cargados con los víveres para la aldea.
Desde el pueblito parten algunas de las rutas montañeras que llevan a las zonas más altas del Macizo Central de Picos de Europa, a la vega de Urriellu y su famoso Naranjo de Bulnes, a las praderías de Pandébano y Sotres, a los paredones de Amuesa y a Torre Cerredo,cima de la Cordillera Cantábrica.
Billete normal una dirección, 14,42 euros; ida y vuelta, 18,03 euros. Billete niños (4 a 12 años) una dirección, 3,61 euros; ida y vuelta, 5,41 euros.
Tren cremallera Núria
El Santuario de Núria se sitúa a 2.040 metros de altitud en el municipio de Queralbs, en la comarca del Ripollés, en los Pirineos Orientales de Girona. La única manera de llegar es por un pequeño tren que fue inaugurado en 1931, con un recorrido de 12,5 kilómetros y un desnivel a superar de más de mil metros entre Ribes de Fresser y el santuario de Núria. Junto con el cremallera de Montserrat, son los únicos trenes de cremallera de España, y el de Núria es el tren que alcanza la mayor altitud en la península Ibérica, con una cota máxima de 1.964 metros.
Mientras el trenecillo asciende las pendientes se aprecia agarrado a la ladera el viejo sendero que serpentea entre bosques de pino negro y prados de montaña, y que antiguamente servía a los peregrinos para llegar hasta el santuario. El cenobio también hace las veces de hotel y restaurante para los turistas. El billete incluye la visita a las distintas exposiciones existentes en Núria y ver los audiovisuales sobre el valle. Además, desde octubre de este año se puede hacer el recorrido Ribes-Queralbs en varios trenes históricos, visitando la estación de Ribes-Vila.
Tarifas: adultos, 12,50 euros; niños, 7,70 euros. Funciona del 14 de julio al 2 de noviembre.
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