Pijas que mascan chicle

Pijas con bozal. Pijas con chicle. Pijas, esas perras. "Esta colección habla de hip-hop, cholos y de la pijería de las perras", explica Krizia Robustella, la diseñadora de 23 años que ayer debutaba en la Madrid Fashion Week y que esperaba sentada en su vestuario con aparente calma la hora de su primer gran desfile. "Los nervios, aquí dentro", decía agarrándose con las manos la boca del estómago.

Nacida en Holanda pero criada en Barcelona, con sangre italiana y argentina y dos piercing en la boca, Robustella posee un desenfado genuinamente urbano. Tituló su colección Love me and love my dog y unos ladridos abrieron paso a su gran día. En el público, su familia, sus amigos y unos espectadores a los que no les quedó más remedio que relajarse y entregarse ante tanto desparpajo. Joyas de plástico, el logo de la diseñadora como sello y la fuerza que nace de la rabia. Su desfile estaba inspirado en Paris Hilton. Color rosa chile, blanco, tejano y la ropa deportiva como gran fiesta. "Paris Hilton me gusta como personaje, me parece muy interesante. Me divierte, yo quería hablar de la ironía de la niña pija y su perro, esas que quieren ir superdivinas y en realidad las perras son ellas". Camisetas con la frase "La moda es un mundo de perras" y unos bozales color rosa a medida de las que despacharon la colección con altivo "para chavalitas de barrio".

Robustella ha llegado a Cibeles desde la plataforma de El Ego, que hoy -último día- concentrará en otra jornada maratoniana a sus nuevas apuestas. Ayer les tocó el turno a Sita Mur, María Lafuente, Juana Martín, Josep Abril, Guillermina Baeza, Dolores Cortés, El Delgado Buil, Jan iú Més, Antonio Alvarado, Carlos Díez y Nicolás Vaudelet para El Caballo. Un baile con excesivos cambios de ritmo pero que logró sus mejores pasos con la rave del bilbaíno Carlos Díez y sus raperos estampados de cerezas, gallinas y flores, sus juegos de flecos con bolas doradas o sus zapatillas Converse elevadas a la altura de calzas y calcetines y que, de cuero o de tela, dejaban un regusto sado-naïf. Entre el público que asistió al desfile de Díez estaba Alvarado, cuya colección ya había pasado por la pasarela y que, con el título Cut, lo acompañó de estas líneas: "Corte de pelo. Corte de magas. Cortaúñas. Corte de helado. Corte y confección. Cortafuegos. Cortarrollos. Cortavientos. Corto de vista. Corto de mente. Corto con la tristeza. Corto con el negro. Corto con la opacidad. Corto con el pasado. Corto muy corto. Largo muy largo. Corto y cambio".

Vaudelet y Jan iú Més eran los otros dos debutantes de la jornada. El diseñador de El Caballo está logrando sacudir el polvo a una marca anclada en el pasado. Guiños a los elementos de la guardicionería tradicional y un aire del desierto marroquí con olor a incienso sevillano. Bolsos inspirados en alforjas de camellos, pantalones pitillos extralargos, capuchas... Un exotismo muy lejano a las propuestas para hombre de Jan iú Més: la cara sudada o muy mojada, el punto negro transparente y las piernas al aire o, como mucho, tapadas hasta los tobillos. Bermudas negras con chaqueta, chaquetas que son cazadoras y cazadoras que son jerséis atados en la cintura. Mucha contundencia y una lejana revisión al Michael Jackson de Thriller.

Jan iú Més son Jan Zamora Royo y Alfonso Peñas Carreras Royo, y el Delgado Buil son Anna Figuera Delgado y Macarena Ramos Buil. Con música pop en directo, las dos diseñadoras llenaron de malvas y rosas los vaqueros desteñidos, recortaron la espalda de sus chaquetas ochenteras y se subieron a la ola del surf nocturno de tantos veranos. Curiosamente, en sus chales con flecos dorados, también colgaban unos perritos de plástico.

El Delgado Buil y Krizia Robustella pasean sus colecciones en un desfile conjunto