Detenido un hombre por matar a tiros a otro en Pinto
Cuatro personas mueren de forma violenta en dos días
"Pablo pasó por el sitio equivocado a una hora equivocada. Así no los ha resumido la Guardia Civil". Son palabras de un familiar de Pablo Colao García, un vecino de Pinto (40.800 habitantes) de 53 años que murió la mañana del martes tras recibir dos disparos de escopeta en un descampado de la localidad. El testimonio de un herido en la refriega ha permitido detener al supuesto autor de los disparos, otro vecino de Pinto, cuyo nombre corresponde a las iniciales J. A. A. B., de 36 años, según informó ayer el instituto armado. Esta muerte violenta, que eleva a 51 los homicidios registrados en la región en lo que va de año, es la cuarta que se produce en la comunidad desde el domingo.
Las primeras investigaciones apuntan a que el presunto homicida quedó pasadas las seis de la madrugada con un amigo en un paraje denominado Cerro de las brujas, en el camino de las Pinillas. Por causas aún no esclarecidas, J. A. A. B. disparó con su escopeta contra el amigo y le alcanzó en un costado. En ese momento, pasaba Pablo Colao que debió recriminar lo que acababa de hacer, según fuentes de la investigación.
Su atacante no lo dudó un momento y le descerrajó dos disparos. Uno le alcanzó el pecho y el otro le impactó en la cabeza, lo que le causó la muerte en el acto. Horas más tarde, un hombre que paseaba por la zona vio el cadáver de Colao. A esas horas, ingresaba en el servicio de urgencias del hospital Doce de Octubre el herido en el costado. Los médicos avisaron a los agentes de la comisaría de Usera, que iniciaron las investigaciones. El testimonio de esta víctima permitió detener al supuesto autor. J. A. A. B. tiene un antecedente por tentativa de homicidio. En 1998, lanzó piedras desde un puente de la autovía de Andalucía (A-4) y produjo un accidente grave, según fuentes de la investigación.
Los policías de Usera arrestaron al presunto autor y avisaron a la Guardia Civil de que podía estar relacionado con el homicidio que ellos intentaban esclarecer. El detenido será acusado de un homicidio en grado de tentativa y otro consumado.
Colao era el tercero de cuatro hermanos. Residía en una casa retirada del pueblo prestada por un conocido. Soldador y cerrajero de profesión, decidió vivir solo y no trabajar porque no quería tener jefes, según sus familiares. "Era una persona muy buena que no soportaba las injusticias. Si vio como su asesino atacaba al otro, se metió para socorrerle", explicó su sobrino, Jesús Gómez.
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