Quintana emplaza a Zapatero a admitir que el AVE llegará con retraso

El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, reiteró ayer al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que el Bloque Nacionalista Galego (BNG) no apoyará los Presupuestos Generales del Estado si no garantizan, entre otras cosas "sus compromisos con Galicia". "No se trata de que haya más inversiones o menos, sino de que, en el caso de las infraestructuras, haya una garantía real de cuándo llegará el AVE, la garantía de inversiones plurianuales que establezca que, si no va a poder llegar en 2012, que llegue en 2014, pero que lo diga de verdad, y este es el momento de decir la verdad", aseguró ayer en Bergondo, en donde asistió, acompañado del conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, a la inauguración de una Unidad de Transferencia de Embriones puntera en España.

La desconfianza del vicepresidente en la voluntad de Zapatero de cumplir los plazos prometidos llega apenas dos semanas después de que el propio presidente del Gobierno, en un acto convocado al pie de las obras del AVE, reafirmase la promesa de concluir la línea en 2012.

El líder del BNG negó en todo momento que su formación ponga condiciones para apoyar al Gobierno en el Congreso, pero sí demandó el cumplimiento del pacto que él mismo suscribió con Zapatero en materia de transferencias y que aún está pendiente. Si al final hay pacto, precisó, deberá ser "global", de común acuerdo con el BNG y el PNV, y no el resultado de un intento de "aprobar los Presupuestos a base de retales, de buscar apoyos coyunturales aquí y allá, que acaban siendo un puzle que no garantiza la estabilidad", señaló.

Dentro de ese pacto, Quintana afirmó que el BNG, que cuenta con dos diputados en el Congreso, quiere influir también en la política del Estado, y por eso, independientemente de lo que demande para Galicia, pedirá también lo que calificó como "un cambio de paso". "Que se vertebren medidas fiscales, sociales y laborales que protejan de la crisis a los ciudadanos con economías más débiles", dijo. "Nuestras propuestas son ya bien conocidas, pero es Zapatero el que tiene que decir de una vez qué es exactamente lo que quiere", señaló el líder nacionalista.

El AVE, y más específicamente la comisión de seguimiento que reclaman BNG y PP (y que el Parlamento pidió la semana pasada con el apoyo de los socialistas), se ha convertido en la principal baza de Alberto Núñez Feijóo en su objetivo de evidenciar que el PSdeG vota una cosa en Galicia y otra muy distinta en Madrid. Esa "doble moral", explicó ayer el líder del PP, hace que el presidente Emilio Pérez Touriño opte por someterse al PSOE cada vez que sus intereses se enfrentan a la voluntad del Parlamento de Galicia, como ya ocurrió en relación con la construcción naval en Ferrol, con el voto emigrante y con la transferencia de las competencias de tráfico. El presidente de la Xunta, aseguró, "o nos engaña o es irrelevante en su partido".

Por esa razón, el PP defenderá que el Parlamento pida a la Xunta que repruebe la "actitud antidemocrática" del Gobierno y del PSOE y restablezca el respeto que merece la Cámara gallega, menospreciada por el Gobierno central al rechazar la creación de una comisión de seguimiento de las obras del AVE.

En sintonía con esta tesis, el portavoz del Bloque, Carlos Aymerich, afirmó que la demanda del Parlamento gallego es de "obligatorio cumplimiento", por lo que el Gobierno deberá crear la comisión con participación de todos los grupos.

Todo lo contrario que su homólogo socialista, Ismael Rego, para quien la comisión no es necesaria y "está superada" porque ya existe un órgano de seguimiento al más alto nivel integrado por el presidente de la Xunta y la ministra de Fomento. "Alguien está tratando de marear la perdiz, no sé muy bien para qué", concluyó Rego.