"Toda la sierra ha retumbado"

"Se me movía el sofá como si fuera una cuna". Pepe Palazón disfrutaba de la hora de la siesta en la casita de campo que tiene en la sierra de Hondón de las Nieves (Vinalopó Mitjà) cuando la tierra tembló bajo sus pies. Su terreno se encuentra a unos kilómetros de Crevillent, donde se fijó ayer el epicentro de un terremoto de 3,5 grados de magnitud en la escala Richter que pocos minutos después de las 16.00 alteró la tranquilidad de la tarde de domingo. "Toda la sierra ha retumbado". Al principio, Pepe atribuyó el temblor a alguna actividad en las canteras que hay a cuatro kilómetros de su terreno, "pero en domingo no es lógico". Su yerno, que se encontraba dentro del coche, también pensó que el movimiento del vehículo obedecía a algún fallo en el motor. "Luego nos dimos cuenta de que era un terremoto".

El seísmo se dejó sentir, además de en estas poblaciones, especialmente en la zona de Elche. También en Alicante, Aspe, Albatera, Novelda, Petrer y Elda, así como en algunas localidades de Murcia, según el Centro de Coordinación de Emergencias.

En Matola (Elche), Paqui también se sobresaltó durante unos segundos. Descansaba con su hija de nueve años en su casa de campo cuando notaron el terremoto. "Y salimos corriendo al porche". Todo fue muy rápido, cosa de "segunditos", y la sensación que les provocó fue "rara".

La Generalitat recibió 77 llamadas vinculadas al seísmo, que no provocó daños personales ni grandes desperfectos materiales. No hubo réplicas. Los teléfonos también sonaron con insistencia en los retenes de la Policía Local de las poblaciones afectadas. En Crevillent, la Policía Local recibió entre 25 y 30 llamadas. "Se ha notado bastante", explicaba una fuente policial. En la misma línea, la Policía Local de Novelda añadió que estos seísmos son "frecuentes", aunque suelen producirse de noche. Este verano se han registrado dos terremotos de magnitud 3,4 grados y 2,8 grados en la escala Richter en La Vega Baja, comarca vecina al Vinalopó Mitjà.