Los barceloneses aprovechan el último puente del año para ir a la montaña y a la costa

La Diada es esta vez el último puente del año. Y los barceloneses no han dejado pasar la oportunidad para ir a la montaña y a la costa. A los hoteleros estos días les dan algo de aliento, tras una temporada complicada en la que han caído las llegadas de turistas extranjeros y en la que los españoles han ajustado al máximo su presupuesto.

"Está todo a tope. Se cierra ya la temporada de ir a pasar unos días a las segundas residencias, al apartamento alquilado o a un hotel. El lunes empieza el colegio y todos están apurando al máximo", asegura el coordinador general de la Confederación Empresarial de Hostelería de Cataluña, Domènec Biosca.

El ajuste de presupuesto está favoreciendo que los catalanes vayan a destinos próximos y no a otros países. Sobre todo eligen las costas Brava y Daurada, Val d'Aran y Andorra. "Es un puente bueno. Quizá hay más gente que otros años, estamos entre el 60% y el 70% de ocupación. Es aceptable, pero la hemos alcanzado después de bajar precios", afirma el presidente de los hoteleros de Lleida, Juan Antonio Serrano. El presidente de la Asociación Catalana de Agencias de Viajes, Francesc Carnerero, lo corrobora: "Ha primado el turismo de proximidad. La gente ha elegido destinos de Europa, España y Cataluña".

Una prueba de los destinos escogidos por los barceloneses está en la carretera. El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) constató ayer retenciones en los tres puntos de entrada a Andorra: las más importantes fueron de 9,5 kilómetros en la N-145 en La Seu d'Urgell, en dirección a Andorra.

Un total de 500.000 vehículos habían abandonado por la tarde el área metropolitana de Barcelona, una cifra similar a la del año anterior. La mayoría de los conductores se ha dirigido a zonas de montaña, a la Costa Brava y a la Costa Daurada.