El Molino ya es sólo una fachada
Las obras de reforma del Molino siguen su curso imparables y lo que era la sala del viejo teatro es ya un solar casi vacío en el que sólo destaca su vieja fachada, que se ha apuntalado para conservarla como emblema en el edificio. Las obras irán a toda marcha con el objetivo de que pueda reabrirse el nuevo teatro, enmarcado en un edificio de siete pisos, a finales de 2009.
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