Oportunidad para Zaragoza

Ante la inminente finalización de la Exposición Internacional 2008, es evidente que se ha conseguido llegar a un nuevo modelo de ciudad, con unas necesidades a las que bien habría que dar respuesta.

Y es que estamos en el momento oportuno para hacer realidad aquella vieja propuesta que el ministro de Justicia, Bermejo, hizo en su día, apostando por la creación de una Ciudad de la Justicia, precisamente en la zona de Ranillas, que próximamente va a quedar prácticamente desocupada, tal como existe en otras capitales del país.

Basta ya de que nuestra ciudad zaragozana, quinta en el ranking por habitantes de nuestra nación, siga teniendo, desde tiempo inmemorial, las sedes de los servicios judiciales repartidas por diferentes emplazamientos, que ralentizan y, en especial, dificultan las diversas gestiones. Con su instalación, seguro que se optimizarían todos los recursos de los que la justicia dispone en la actualidad, que buena falta hace, y, además, saldríamos beneficiados todos los ciudadanos.