En la empresa huele a despidos
PREGUNTA. En tiempos de crisis económica hay que estar atento a todas las señales. Trabajo como programador en una consultora de sistemas mediana, y he notado desde hace unos meses que el nivel de actividad del departamento ha bajado sensiblemente. También que los jefes del área pasan mucho tiempo en reuniones cerradas, que tienden a estar ausentes, a responder con evasivas y a desviar la mirada si se les pregunta sobre alguna cuestión. Me temo que se esté preparando una reducción de personal importante, pero no sé cual es la estrategia adecuada en estos casos: si estar callado o buscar información directa sobre qué está pasando y si me puede afectar. ¿Qué me aconsejan? R. M. Internet.
Pregunte sobre la marcha de la empresa, no sobre el recorte de empleo
RESPUESTA. El miedo nunca es buen consejero. Está muy bien estar atento a su entorno para saber donde pueden estar las oportunidades y las amenazas. Otra cosa es entrar en una espiral en la que el factor dominante sea el miedo a lo que le puede pasar a la empresa y a usted. Es posible que su compañía tenga dificultades, que su actividad haya bajado y que esta situación preocupe a la dirección y movilice a los mandos intermedios. Puede que se esté preparando un plan de acción para mejorar la situación, y que esto pase por una reducción de plantilla. O puede ser que tome otro tipo de decisión.
En todo caso, ha de ser consciente de que es totalmente normal que la dirección mantenga cierta discreción sobre estos asuntos. Por una parte, quizás no sabe todavía lo que va a hacer y, por otra, las decisiones deben seguir su ritmo de maduración antes de ser comunicadas.
¿Qué puede hacer mientras tanto? No se obsesione con una constante búsqueda de información, ni se deje dominar por la preocupación. En nada le beneficia ni a usted ni a su empresa el que se dispare su nivel de estrés. Incluso puede perjudicar su imagen si, por preguntar demasiado, alguien piensa que usted propaga el rumor de que la empresa va mal. En cambio, es totalmente lícito pedir a su jefe información sobre la marcha de la compañía, haciéndolo de forma profesional, proponiendo incluso su ayuda en lo que sea para aportar mejoras y, sobre todo, respetando siempre la discreción que puede mostrar su superior.
Pero, sobre todo, siga haciendo su trabajo lo mejor que sabe y puede. Es pura lógica. Si es un buen profesional, y además hace un sobre-esfuerzo cuando la empresa va mal, dará señales de que está totalmente comprometido con ella y de que sabe luchar ante las vacas flacas. Quizás este comportamiento sea decisivo para evitar un despido en caso de reducción de plantilla. Es en la tormenta cuando se ve a los buenos marineros. Y si pierde su empleo a pesar de su dedicación, estará siempre mejor armado profesionalmente y sobre todo anímicamente para cerrar un acuerdo e ir en búsqueda de nuevas oportunidades profesionales.
Lionel Terral es director general de Hay Selección.
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