El idioma antes que la religión
Keita y Hleb aceleran su integración con un profesor de castellano
El Barcelona, hoy por hoy, desconoce si Abidal, Touré y Keita, los tres jugadores musulmanes del primer equipo, han iniciado el ayuno al que invita el Ramadán o si, por el contrario, y como sucedió el año pasado con el lateral francés, van a posponer el ayuno para una ocasión más propicia. Por tanto, dietistas y preparadores físicos aguardan al retorno de los futbolistas para saber a qué atenerse: "De hecho, no tenemos constancia alguna de que ya estén en fase de ayuno", explicaron ayer fuentes del cuerpo técnico, para quienes la convivencia entre los jugadores en el vestuario y el campo va más allá de la religión.
Por encima de los preceptos religiosos y los detalles consecuentes -los futbolistas musulmanes se duchan en calzoncillos y comparten rincones para rezar- al entrenador, Pep Guardiola, y a su equipo de colaboradores no les ha pasado por alto que el primer objetivo a solventar pasa por compartir idioma. Así las cosas, Guardiola ha instado al club a buscar un profesor de castellano para Keita, el centrocampista de Malí fichado al Sevilla y para Hleb, bielorruso incorporado del Arsenal, con la intención de que se aceleren su integración en el equipo.
"He pasado por eso dos veces: la primera, en el vestuario del Arsenal, cuando llegué de Brasil y la segunda, cuando pasé de Londres a Vigo" explicó ayer Sylvinho al término del entrenamiento. El lateral tiene muy claro que "manejar el idioma del equipo te ayuda a integrarte en la relación diaria con los compañeros y te permite asumir mejor los conceptos futbolísticos, por lo que sueles jugar mejor si hablas el mismo idioma".
Sylvinho descarta que el factor religioso sea un problema. "He compartido vestuario con ateos, agnósticos, católicos, protestantes y musulmanes y el problema es no poder comunicarte, nunca la religión de tu compañero", aseguró el defensa brasileño, para quien la mayoría de los futbolistas musulmanes que ha conocido son gente "muy formal, disciplinada y tremendamente profesional".
Que Guardiola haya invitado a los tres jugadores musulmanes del Barça a dejar de compartir mesa durante los desayunos y almuerzos de equipo tiene que ver antes con el idioma que con la religión. "Pretendemos que no se formen guetos. Por eso le hemos recomendado a Hleb que no se pase el día hablando con los ingleses", dicen en el cuerpo técnico. "La adaptación está yendo un poco lenta. Necesito tiempo", reconoció el bielorruso.
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