Los vecindarios del entorno de Vigo se alzan contra las nuevas carreteras
Las plataformas de protesta agitan Gondomar, Tomiño, Nigrán y Soutomaior
En Gondomar la oposición a la autovía programada por la Xunta dentro del plan Vigo Íntegra es un clamor al que se han sumado todos los grupos políticos, las asociaciones locales y hasta el cura párroco, que el pasado domingo, en misa de 12, instó a su público a apuntarse a la plataforma que cataliza las protestas y que, hasta que concluya el periodo de información pública, espera duplicar las mil alegaciones que ya hay formuladas contra el proyecto.
En Gondomar las obras previstas amenazan al menos 83 casas
Las plataformas vecinales contra las nuevas carreteras afloran en ese ayuntamiento y en Mos, que fue la primera, en Tomiño, Nigrán, Redondela Soutomaior y en la misma Pontevedra, cuyo ayuntamiento también ha saltado unánime contra los proyectos de la Xunta.
Todos, miles de vecinos de esos ayuntamientos próximos a Vigo, están preparando o firmando ya las alegaciones y se aprestan a encarar el otoño con movilizaciones, que en muchos casos continúan las previas al verano, contra los modernos viales que ha dibujado la Consellería de Política Territorial en el plan Vigo Íntegra y que, sin embargo, se reciben como latigazos en el territorio y paisaje familiares. "Los autores del plan piensan que el centro es Vigo y que lo que hay alrededor es más Vigo, y no es así", explica Antón Araúxo, alcalde de Gondomar.
La primera plataforma vecinal que se activó, en Mos, trata de impedir la construcción de una nueva autovía Vigo-Porriño para no aumentar la ya pesada carga de infraestructuras que dan servicio a Vigo y pasan por el municipio. Propone, a cambio, la gratuidad de un tramo de la AP-9, hasta Porriño, que hoy apenas registra tráfico, para ahorrarse gastos y destrozos.
En Gondomar dan una alternativa análoga. Aquí, según Araúxo, la solución estaría en sacar el peaje de la autopista del Val Miñor (Vigo-Baiona), en cuya propiedad participa la Xunta y también tiene escaso uso, para resolver la movilidad de la población de la comarca (Gondomar, Nigrán, Baiona) y de cada municipio con Vigo. Bastaría con construir unos accesos razonables que ahora no tiene, dice el alcalde. Pero la Xunta propone dos nuevos viales: una denominada "circunvalación", que es un ramal directo desde la autopista al centro de la villa, y una autovía que parte el valle por la mitad "y que nadie pidió".
El trazado se dibujó sobre una cartografía obsoleta que se lleva por delante 83 casas, patrimonio cultural, la casa del cura, una galescola, el cuartel de la Guardia Civil, un geriátrico que acaban de construir... Los planos en exposición son disímiles, tampoco cuadran con la memoria del proyecto que los acompaña y ninguna de las dos cosas con la realidad. "Todo es un disparate, o dos", concluye Araúxo.
Por el momento, el trazado de esa autovía acaba en seco en Gondomar, sin definir su continuidad hacia Tomiño porque aquí, en Tomiño, todos tienen ahora la vista puesta en las trazas de la autovía Tui-A Guarda, que no encuentra sitio. La anterior Xunta del PP presentó cinco trazados alternativos, todos rechazados. La actual ha presentado otros tres con idéntica suerte. El gobierno local pide a Política Territorial otro que tenga menos impacto sobre las propiedades y más consenso en la población. Ahora hay más de 2.000 alegaciones presentadas, y la plataforma vecinal, cuyos portavoces han ido cambiando así la balanza se inclinaba hacia un trazado u otro, regresa en sus preferencias a la denominada "alternativa 2", alentada por el PP, que la metió en aquel paquete de cinco de la anterior legislatura, pese a conocer sus contraindicaciones: amuralla el estuario del Miño, lo que imposibilita su aceptación por Europa, y se aleja del polígono industrial y de los núcleos de población, que están más al interior.
Por el norte, la autovía Pontevedra-Vigo del Vigo Íntegra levanta ampollas en la propia Pontevedra y Soutomaior, cuyos ayuntamientos ya se pronunciaron en contra y añaden a la respectiva plataforma vecinos de Canicova, Pontesampaio y Arcade, más algunos barrios de Redondela, aunque la corporación municipal transija. El conflicto en este caso no lo suscita la autovía, sino la denominada "alternativa 5", elegida entre las 21 que se barajaron y pese a haber sido antes ya descartada. Va de la Nacional 550, en Vilaboa, hasta el aeropuerto de Peinador y arrasa unas 108 casas en unos 28 kilómetros de trazado paralelo al de la autovía, con el que ocasionalmente toca para separarse un máximo de 2,5 kilómetros. "Todo eso ahorra dos minutos en llegar al aeropuerto: un despilfarro", apunta la plataforma.
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