Empleo reforzará las atribuciones de los delegados de seguridad laboral
La consejería pretende que las sanciones sean "de verdad coercitivas"
El Departamento de Empleo pretende reforzar el papel de los delegados de seguridad laboral dentro de las empresas, para que su papel resulte mucho más efectivo a la hora de reducir la siniestralidad. La consejería que encabeza Joseba Azkarraga quiere llegar a acuerdos con la patronal y los sindicatos para que tanto los coordinadores de seguridad, dependendientes de las empresas, como los delegados de prevención, un puesto sindical, se conviertan en guardianes de la ley de Prevención de Riesgos Laborales y de la seguridad de los empleados en las obras, industrias y en el sector servicios.
Los sindicatos acogen bien las intenciones del departamento
El viceconsejero de Empleo, Juan José Loroño, cree que ambas iniciativas, junto a un mayor control por la Inspección de Trabajo pueden contribuir a reducir la siniestralidad, tras el repunte de accidentes mortales del verano. Entre julio y agosto han fallecido 13 trabajadores, igual número que el pasado año. Contando todo el periodo estival, entre junio y agosto de 2007 murieron 18 trabajadores en accidente, mientras que este año en igual periodo la cifra de muertos se queda en 17.El Gobierno intentará en la reunión que tiene previsto mantener el próximo 23 de septiembre con Confebask y los sindicatos CCOO y UGT -las centrales nacionalistas ELA y LAB ya han anunciado que no acudrián-, que la patronal se comprometa a hacer efectiva la figura del coordinador de seguridad. "Nos hemos encontrado casos en que este coordinador es a su vez el director de la obra, y en ese caso lo normal es que vaya en detrimento de la seguridad", declaró ayer Loroño a EL PAÍS.
En el sector de la construcción, el coordinador de seguridad es designado por el promotor de la obra y debe tener titulación de ingeniero, ingeniero técnico, arquitecto o arquitecto técnico, y además formación específica en seguridad laboral. Se encarga de coordinar la aplicación de la ley de Prevención entre todas las empresas y los autónomos que trabajan en la obra, además de aprobar el plan de seguridad. Además, puede remitir a la Inspección de Trabajo copia de cada anotación del Libro de Incidencias de la obra, y advertir, apercibir y obligar a los contratistas a que cumplan con las medidas de seguridad, paralizando la obra si fuera necesario. "Es imprescindible un compromiso patronal para que se tomen esto como parte de la responsabilidad social", agregó el viceconsejero.
Si el coordinador de seguridad supone una pieza clave en la construcción, en la industria y el sector de servicios, el papel relevante recae en el delegado de prevención. Se trata de un delegado sindical al que la propia fiscal especial para la siniestralidad de Vizcaya, Edurne Miranda, garantizó inmunidad en los casos de accidentes, pero les pidió más colaboración al denunciar las malas condiciones de las obras. "Los sindicatos han de tomar conciencia de que se trata de una figura que necesita de una formación específica. O se la dan los sindicatos o se la damos nosotros", explica Loroño.
El viceconsejero apunta una tercera medida para seguir luchando contra la siniestralidad:mejorar la tarea de la Inspección de Trabajo con más inspectores y técnicos habilitados de Osalan para que haya un técnico por cada 8.000 o 9.000 trabajadores. La ratio actual es de uno por cada 20.000. "Hay que incrementar el control, la inspección y vamos a tener que revisar el sistema de sanciones para que sean de verdad coercitivas para las grandes empresas", dijo ayer Loroño.
Los sindicatos acogieron ayer bien las intenciones de Empleo. Fuentes de CCOO creen que "si la patronal accede a tomarse en serio esa figura" se podrán reducir los siniestros en la construcción. Para la responsable de Acción Sindical de UGT, Pilar Collantes, además de esas intenciones, "hay que seguir trabajando en el análisis de cada accidente para reformar las medidas de seguridad concretas".
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