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Reportaje:

Diálogo de sombras en pantalla

El granadino David Eating estrena un corto sobre el maltrato de género

El joven director y productor granadino David Martínez Pérez, conocido como David Eating y premiado en varias ocasiones por sus cortometrajes, ha estrenado su último trabajo, Sombras de ciudad, en Granada. Hace más de un año, comenzó a dar vueltas en la cabeza de Eating esta historia. "Su complejidad derivaba de la cantidad de personajes que debían de funcionar alrededor de María, una mujer maltratada que sigue enamorada de su esposo, sin dejar de tener presentes cada una de las historias", explica el autor.

La obra denuncia el maltrato gracias a la indagación que el autor realiza en las relaciones de las personas. "En demasiadas ocasiones somos incapaces de escucharnos", dice Eating.

Eating: "Hay que sustituir los medios por ideas, de este modo salen adelante"

El rodaje de Sombras de ciudad ha sido el más lento de los realizados por Eating. "Teníamos distintas localizaciones y, debido a problemas en anteriores realizaciones, quise ralentizar la preproducción, comprobando cada pequeño detalle, para que todo funcionase correctamente", explica.

Con respecto al reparto, asegura que no necesitó hacer ningún casting. "En los últimos años he visto actuar a muchos actores. Esto me ha servido para realizar la selección en mi cabeza, teniendo siempre claro quién podía o no hacer un determinado papel. Después, he contactado con ellos y he tenido la suerte de que todos se han dedicado con gran esfuerzo", añade.

El camino escogido por el granadino ya le ha dado algunas alegrías con sus trabajos anteriores. En 2006, con En la duda y la vida, que rodó en un hospital, fue finalista en el Certamen de Cortos Espacio Libre. Con Flores de invierno, un cortometraje de temática gay, ganó el Festival Nacional Gay y Lésbico de Granada y el Premio RTVA en el Festival de Cine Gay Lésbico de Córdoba. Este trabajo también fue elegido por el público como mejor cortometraje experimental de Futura Film Festival. Los trabajos de Eating tienen un escaso presupuesto. "Hay que sustituir los medios por ideas, de este modo salen adelante", asegura, sin adentrarse en los quebraderos de cabeza que le han causado diferentes problemas relacionados con el presupuesto de sus trabajos.

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Pese a esto, cree que Andalucía, y en concreto Granada, tienen cosas positivas para el que decide dedicarse al mundo del cine. "Como lugar de rodaje, como localización, es un lugar magnífico. Por el contrario, aquí no hay industria, ni empresas, casi no hay ningún movimiento. Somos un puñado de locos haciendo cosas que apenas si sacamos para comer y que necesitamos hacer otros trabajos para subsistir", explica.

Por el contrario, cree que el corto es un género en auge. "Actualmente se está reconsiderando una forma distinta de expresión, y el público se siente muy atraído por esta forma de contar historias. Esto ha provocado que la mayoría de los festivales españoles estén moviendo a una gran cantidad de público. El cortometraje es un puente para algún día poder contar historias de mayor envergadura", reflexiona esperanzado a la vez que rememora cuando con apenas dos años ya le encantaba sentarse frente a una película.

"A mí me apasiona, sigo yendo al cine con bastante asiduidad y, por otra parte, siempre he tenido un gran deseo de contar historias. Es algo que no puedo dejar, es como respirar, puedo dejar de comer o de dormir pero siento una necesidad mucho mayor de seguir contando historias", concluye.

El director de cortometrajes David Eating, en Granada.
El director de cortometrajes David Eating, en Granada.M. ZARZA

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