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El deterioro de la economía alemana lleva el euro al mínimo en seis meses

El índice de confianza empresarial cae al nivel de hace tres años

Claudi Pérez

"No apostaría contra el dólar", dijo hace unos días un multimillonario estadounidense cuyas palabras suelen causar estragos en los mercados. Las dudas sobre la situación económica de la zona euro, las amenazas de recesión y sobre todo los nuevos signos de deterioro de Alemania, la primera economía de Europa, llevaron ayer al euro a su nivel mínimo de los últimos seis meses. Lejos ya del techo de los 1,60 dólares por unidad, el euro cayó por debajo de los 1,46 dólares por primera vez en medio año. La apuesta por el dólar -que implica el debilitamiento del euro- es de Warren Buffett; por algo a la mayor fortuna del mundo se le conoce también como el oráculo de Omaha.

Pero esta vez, Buffett no marca el camino a seguir. No es el único que vaticina el fortalecimiento de la divisa estadounidense tras varios años de decadencia.

Los mercados le han dado claramente la espalda al euro desde hace un mes. En lo que va de agosto ha perdido casi un 7%. No levanta cabeza desde que Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal -el banco central de EE UU-, asegurara a principios de mes que no permitiría un desplome del dólar. Su homólogo europeo, Jean-Claude Trichet, contribuyó unos días después al mal de altura del euro al mostrar su preocupación por el deterioro económico de Europa. Y Alemania confirmó ayer esos temores y provocó un nuevo descalabro de la moneda europea: la confianza empresarial alemana cayó en agosto al nivel más bajo en tres años, y la economía germana ratificó un retroceso en su producto interior bruto (PIB) del 0,5% en el segundo trimestre. Se trata del primer descenso en cuatro años.

Tras los movimientos de las divisas está la nueva correlación de fuerzas provocada por la crisis financiera internacional. Los bancos estadounidenses están sufriendo de lo lindo con los efectos secundarios de las subprime, pero en cambio la economía norteamericana sigue sorprendentemente robusta. Al otro lado del Atlántico, la banca europea también tiene serios problemas, pero el contagio de las turbulencias financieras sobre la economía es mucho mayor. La consecuencia es el progresivo fortalecimiento del dólar.

"El dólar se está apoyando en las malas noticias que hay en todas partes, con la convicción de que los niveles máximos del euro respecto al dólar no están justificados", aseguró a Bloomberg Alan Ruskin, analista de divisas de RBS. Manuel Oliveri, del suizo UBS, justificó la presión sobre el euro por la combinación de "la progresiva debilidad en Europa y la moderación de los precios del petróleo", pese a que ayer el crudo subió un 2%. Las víctimas de la fortaleza del dólar van más allá de Europa: la moneda norteamericana se ha revalorizado con respecto a las principales monedas internacionales -incluida la libra esterlina- en agosto.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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