29 de septiembre
Deseo decididamente que el 29 de septiembre, resuelto el congreso de los socialistas valencianos, tengamos un nuevo secretario general. Creo que no deberíamos dudar en apoyarle para la nueva singladura que los próximos años va a exigir a la política valenciana y española. No quepa duda de que personalmente mostraré mi apoyo al nuevo responsable de la política del partido que, deseo, sea para bastantes años. Pero tampoco puedo ocultar que mis deseos son que ese nuevo responsable sea el compañero Ximo Puig y que hasta esa fecha contribuiré a que pueda resolverse el resultado del congreso a su favor, que entiendo que es el que nos favorece a todos.
Durante los últimos días, con una agresividad digna de mejor causa, algunos medios de comunicación han presentado esta opción como lermista o amparada por el anterior presidente de la Generalitat y actual presidente de la Gestora, Joan Lerma. Pero, además, atribuyen a la Ejecutiva Federal del PSOE un movimiento conspiratorio para impedir que este candidato pueda asumir la dirección del PSPV-PSOE. Increíble.
Ser lermista, felipista o zapaterista no deja de ser una referencia a los mejores valores del PSOE
Soy consciente de que la memoria colectiva es muy débil y que acontecimientos de hace poco tiempo los podemos presentar como que no han sucedido o transformarlos en, exactamente, lo contrario de lo que han sido, pero, ¿qué ha sucedido en el PSPV-PSOE en los últimos años? Aparte de haber pasado por varias ejecutivas desde la de Joan Romero hace más de 10 años, el PSPV ha sido gestionado por un amplio número de gestoras hasta la entrada de J.I. Pla como secretario general ¿Es que ya nadie se acuerda de eso?
La entrada de Joan Lerma como presidente de la Gestora (después de más de 10 años fuera de responsabilidades en el País Valenciano) entiendo que en absoluto ha respondido a su deseo personal de volver a tener la responsabilidad del partido y su nombramiento respondió, ¡sorpresa!, ¡a la decisión de la Ejecutiva Federal que ahora se dice que quiere impedir la entrada de Ximo Puig en la dirección del PSPV porque es lermista!
¿Pero qué broma es esta?
Puedo entender que, en política, muchas veces es más fácil fijar un enemigo, aunque sea ficticio, para centrar en él todos los males que puedan aparecer. Pero no deja de ser sumamente rechazable que se utilice a la Ejecutiva Federal del PSOE o a alguno de sus responsables como los artífices de la creación de un clima negativo para uno de los aspirantes al cargo de secretario general, amparándose además en valoraciones que lo único que hacen es volverse en contra de los intereses generales del PSOE.
Somos muchos los militantes que, con cargos de responsabilidad, hemos tratado de aportar lo mejor de nosotros mismos a un proyecto que durante muchos años ha estado liderado, honesta y responsablemente, por Joan Lerma. Y por supuesto que tenemos tanto derecho como cualquier otro a presentar una opción para sacar al PSPV-PSOE de la situación en la que se encuentra. Ser lermista, felipista o zapaterista, no deja de ser más que una referencia reciente a los mejores valores de un partido centenario y nunca debería ser entendido como una etiqueta de lucha fraccional.
Como he dicho al principio, me merecen el mayor de los respetos los aspirantes a la dirección del PSPV-PSOE y creo que todos debemos de apoyarlo a partir del 29 de septiembre. Pero la trayectoria de Ximo Puig como alto cargo de la Generalitat valenciana con Joan Lerma (¿con quién sino?), alcalde, diputado provincial y diputado autonómico presenta muchos elementos sólidos para garantizar que supone una alternativa muy consistente al Gobierno del PP. Porque de eso se trata. ¿O no?
Martín Sevilla es ex consejero de la Generalitat y militante de base del PSPV-PSOE
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