Por el camino de baldosas amarillas

¿Quién no recuerda los zapatitos rojos de Dorothy Gale, el mágico calzado que devolvió a casa a la protagonista interpretada por Judy Garland en El mago de Oz? Pues seguro que hay más de uno que no. Ahora, para el alicantino Juan Antonio López, el Adrià del calzado español, "son un símbolo de femineidad y de fantasía". "Por eso siguen vigentes", concluye.

A las puertas del 70º aniversario de la película, y antes del estreno de una nueva versión del filme a cargo de Tim Burton, 19 diseñadores revisan el legendario calzado. Las propuestas van desde el lujo sensual del maestro zapatero Christian Louboutin hasta la imaginería sexy de Diane von Furstenberg, pasando por la sofisticación del estadounidense Óscar de la Renta.

Los modelos se presentarán el próximo 4 de septiembre en los escaparates de los almacenes neoyorquinos Saks, situados en la Quinta Avenida. La iniciativa, organizada por la productora Warner Bross y la empresa Crystallized-Swarovski Elements, servirá asimismo de comienzo de la Semana de la Moda de Nueva York. Las reinterpretaciones viajarán en diciembre al Art Basel Miami Beach, la rama estadounidense de la famosa feria de arte suiza. Y en otoño de 2009, los diseños se subastarán y la recaudación irá a parar a la Fundación Pediátrica contra el sida Elizabeth Glaser.

Los rubíes (de Swarovski) y los tonos rojos dominan todos los modelos. Una combinación exquisita que cada casa interpreta a su manera. Entre las propuestas, se distinguen dos estilos: uno cándido e infantil y otro más estrambótico y arriesgado. Giuseppe Zanotti apuesta por la inocencia juvenil. Este creador al que Hollywood adora, sugiere unas bailarinas de satén rojo con diminutos cristales y decoradas con una flor gigantesca. La parte más naïf del cuento escrito por L. Frank Baum inspira también a Moschino. Rossela Jardini, directora creativa de la marca, imagina a Dorothy juntando sus zapatos para regresar a casa. La obra de la firma italiana es un bonito golpe de efecto teatral. Cada uno de los zapatos cuenta con una parte de un lazo. Al juntarse forman un solo lazo. Moschino añade al calzado de satén una nota sexy: unos tacones de 10 centímetros de alto.

La vuelta de Dorothy no sólo la marca la efeméride. Los aires retro y los revivals serán tendencia en 2009. También se llevarán los zapatos de lujo y el fetichismo. Juan Antonio López confirma: "La exuberancia vuelve. Las temporadas de otoño-invierno y de primavera-verano de 2009 serán muy teatrales. Creadores como Dior, dramáticos por tradición, insistirán en esa línea. Y otros que no lo son llenarán de fantasía sus colecciones". Una teatralidad presente en el homenaje al filme El mago de Oz.

En la muestra, abundarán las alturas vertiginosas y los tacones-esculturas. Bruno Frisoni ha diseñado para Roger Vivier, la casa del zapatero de Dior, unos stilettos de tacón de aguja. Una pieza decorada con una elegante hebilla, emblema de la casa parisiense.

Jimmy Choo, uno de los más deseados por las celebridades, no se corta un pelo al actualizar el clásico: sus zapatos son de piel de serpiente y llevan una tira de diamantes que deja al descubierto parte del pie. El exclusivo Choo suma fetichismo a las sandalias con una cremallera en el talón.

Si Dorothy Gale siguiera las baldosas amarillas en 2009, lo haría con una de las alianzas más usuales en el siglo XXI. En la muestra también habrá sitio para la unión entre música y moda. La cantante Gwen Stefani, con su marca L.A.M.B., participa en la iniciativa. Su aportación: unas sandalias de plataforma que esconden parte del talón con varias cintas.

Algo más casual se muestra Stuart Weitzman. El diseñador, acostumbrado a vestir a actrices en el cine (Samantha lleva sus bolsos y zapatos en la película de Sexo en Nueva York) corona una sandalia de tacón de aguja con un suntuoso lazo cuajado de diamantes en el empeine.

El único de los 19 invitados por Warner y Swarovski que no ha confirmado su participación es el canario Manolo Blahnik. El maestro de la zapatería fina no sabe si llegará "a tiempo" para la cita. Sea como fuere, está claro que los zapatos de Dorothy siguen triunfando en algún lugar sobre el arco iris, 70 años después.