La policía refuerza la vigilancia en la costa para frenar la entrada de droga

Esta vez los traficantes han perdido. Un cargamento que puede superar los 2.000 kilos de cocaína y una planeadora interceptada reflejan la potente infraestructura de nuevas organizaciones que están operando en Galicia y que están utilizando de nuevo la ría de Arousa para realizar los desembarcos de droga. Ayer, el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) interceptó otros 500 kilos de cocaína ocultos en un contenedor en el Puerto de Marín.

En dos semanas, se han intervenido cerca de cinco toneladas de cocaína, con transportes organizados por bandas gallegas. Una actividad frenética de los narcos que intenta controlar la policía para impedir la entrada de cargamentos en la Península.

En la madrugada del pasado viernes se frustró una de estas operaciones con un desenlace espectacular. Primero, con el incendio de la potente lancha de 15 metros de eslora, 3,5 metros de manga y 6 motores de 220 CV, provocado por sus tres tripulantes antes de huir. Después, con la recuperación en el mar y en varias playas de la ría de Pontevedra de fardos de cocaína que fueron arrastrados por la marea, con un peso superior a los 1.800 kilos.

Aunque por el momento todo son conjeturas sobre el origen de estos fardos, la hipótesis más verosímil que baraja la policía es que la droga fue arrojada por los ocupantes de la lanzadera cuando ésta fue sorprendida a la altura de la ría de Vigo por un helicóptero de Aduanas. La nave, que había despegado con otro plan de vuelo, avistó la lancha, iniciando su persecución.

La lanzadera calcinada y la droga recuperada en el mar son los elementos de prueba que tiene la policía, que trata de seguir el rastro de los tripulantes que huyeron en un coche que les esperaba a escasos metros de la playa de A Lanzada. Allí vararon la embarcación y le prendieron fuego después de rociarla de combustible, para destruir cualquier huella que les delate. Sofocado el incendio por los bomberos, la lancha fue el centro de atención de cientos de bañistas que acuden a esta playa, situada entre los dos principales núcleos turísticos, Sanxenxo y O Grove.

Tres días después del incidente, y en este mismo arenal, varios bañistas localizaron los restos de un envoltorio de cocaína que supuestamente formaba parte del alijo recuperado del mar por la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera.

El sindicato nacionalista CIG difundió ayer un comunicado para reclamar más medios para la lucha contra el narcotráfico, al tiempo que alerta del incremento de entrada de droga por las costas gallegas. El sindicato denunció que Galicia vuelve a ser un enclave elegido por los narcotraficantes "como una de las principales vías de acceso de la droga a Europa".

La central sindical afirma que desde el verano pasado, las costas gallegas están siendo tomadas por las potentes planeadoras que emplean las organizaciones "sin que los responsables del Servicio de Vigilancia Aduanera tomen las medidas necesarias para evitarlo".