Emigrantes de lujo
Ante la caída del mercado doméstico, las empresas amplían sus actividades en el exterior
Las empresas españolas no parecen tener otro destino que el de convertirse en multinacionales. La fuerte caída en el mercado doméstico, en casi todos los sectores, no les deja otra salida, para mantener sus ratios de crecimiento, que la de acelerar su crecimiento en el exterior, en Europa y Estados Unidos, pero también en Latinoamérica, Europa del Este y Asia, "ya que", afirma Mauro Guillén, director del Lauder Institute de la Wharton School, "la economía sigue creciendo muy bien en estos lugares".
En los seis primeros meses del año, la práctica totalidad de las grandes empresas españolas, sobre todo las del Ibex 35, han incrementado su facturación internacional, en algunos casos de forma espectacular, contribuyendo así a compensar los estancamientos o pérdidas de negocio en España. Iberdrola, de las que más creció fuera de España, aumentó hasta mayo su negocio internacional en un 27,4% (a ritmo interanual). El de Gas Natural creció un 64,7%, el de Gamesa un 41,8%, el de Repsol un 31,6, el de Inditex un 31,3%, el del BBVA un 26,8% y el de FCC un 25,4%. De resultas de ello, algunas empresas han dado auténticos saltos cuantitativos en su condición de multinacionales. Entre mayo de 2007 y mayo de 2008, el ratio de negocio internacional de Iberdrola pasó del 40% al 50,8%. El de Gas Natural del 27,5% al 35,2%, el de Inditex del 52,8% al 60% y el de FCC del 33,5% al 39,5%.
La moda se halla ante la disyuntiva de internacionalizarse o pasarlo muy mal
Todo lo cual demuestra, asegura Guillén, de la Wharton School, que "nuestras empresas pueden seguir creciendo en el exterior y generando beneficios pese a la crisis en España, a veces sin necesidad siquiera de hacer grandes inversiones, aprovechando la presencia que tienen en esos países desde hace años". Lo curioso es que, al contrario de lo que ocurrió en los años noventa (con las grandes operaciones corporativas en Latinoamérica) y entre 2003 y 2006 (con mega adquisiciones en Europa), ahora, en los seis primeros meses de este año, priman el crecimiento orgánico y las operaciones de nicho.
En 2008 no se han dado operaciones de decenas de miles de millones de euros como las de O2 o Abbey. Las operaciones más grandes fueron la adquisición del mexicano Inbursa por Criteria (1.600 millones de euros), del británico Alliance & Leicester por el Santander (1.600 millones), de la aseguradora estadounidense Commerce por Mapfre (1.430 millones), del chino Citic por el BBVA (800 millones) o de la italiana Bertolli por SOS Cuétara (630 millones).
Han abundado, por ejemplo, las operaciones destinadas a completar anteriores compras parciales: Commerce, China Citic Bank, Rokas; establecer cabezas de puente geográficas: City Nacional Bank of Florida, Su Casita, Commerce; o para complementar actividades de filiales de cierta dimensión: Alliance & Leicester. Además de una carrera -casi desesperada- por parte de las constructoras para hacerse con contratos y activos en el campo de las concesiones de infraestructuras (Abertis, FCC).
Limitaciones que se deberían, según los expertos, a las dificultades para plantear operaciones de gran envergadura, tanto por la sequía de crédito como por la necesidad de ser prudente en vista de las incertidumbres sobre el crecimiento global. Otro factor de peso es que la mayor parte de las grandes empresas españolas ya tienen un grado de presencia internacional lo bastante amplio como para poder acelerar su crecimiento orgánico sin necesidad de adquisiciones. Aun así, las empresas están aprovechando el euro alto para hacer compras en las regiones de influencia del dólar.
Azotadas por la crisis, las constructoras están entre las empresas que más vuelven a apostar por el exterior. FCC, con un ratio internacional del 39%, aprobó en abril un plan estratégico "para llegar al 50% en 2010", dice un portavoz de la empresa, "con objetivos en Europa Central y del Este, Inglaterra y EE UU". En FCC no ocultan que esta estrategia ha venido dictada, en parte, por lo que pudiera ocurrir en España. "Es evidente que España", explican, "no podía seguir siempre con un 4% de crecimiento del PIB". La empresa, que ha sufrido un bajón de su negocio en España, empezó a apostar por el exterior ya en 2005, cuando su negocio internacional era sólo del 9%. En los últimos dos años compró tres grandes empresas de infraestructuras y gestión de aguas en Austria y la República Checa, WRG, la líder de recogida de basuras en el Reino Unido, y una empresa de residuos industriales en EE UU, con 22 plantas. FCC está ahora atenta a futuras adquisiciones y a la compra de concesiones, especialmente en México, Panamá y Chile, donde acaba de invertir.
También Sacyr, cuya facturación creció apenas el 4,2% en el primer trimestre, está atenta al exterior. La empresa, que no pudo comprar la francesa Eifage, con la que esperaba diversificarse geográficamente, reconoce su interés "en ampliar presencia en países menos afectados por la crisis", según explica un portavoz. Mercados que serían básicamente Chile, Brasil, Costa Rica, Irlanda o Italia. Otro de los proyectos en los que el grupo tiene puesto mucho interés es el de su alianza estratégica con el Gobierno libio. "Hay planes para la construcción de nuevas ciudades por valor de 600 millones de euros", apuntan en la empresa.
Otro sector que está renovando la búsqueda de oportunidades de crecimiento fuera de España es la banca. Y ahora no ya sólo los bancos internacionalizados, sino incluso los más nacionales y las propias cajas de ahorros, que han redoblado estos meses su interés por los mercados externos. Ahí están las recientes operaciones del Santander, la última y más importante; la de ABN Amro (con Fortis y RBS), el año pasado, y la de Alliance & Leicester, este año. O las adquisiciones del mexicano Su Casita y el estadounidense City Nacional por Caja Madrid, este año; de Inbursa por Criteria (La Caixa), este año, y del TotalBank de Miami por el Popular, el año pasado.
Para el Popular, que hace años compró el BNC en Portugal, la compra del banco de Florida es apenas el principio de un plan que pasa por expandirse en Estados Unidos, señalan fuentes del banco. También el BBVA, el menos internacionalizado de los dos grandes (un 48% de negocio internacional frente al 61% del Santander), intenta apretar el acelerador, consciente, como señalan fuentes del sector, de que "2008 y 2009 ya no serán en España como 2007". La entidad prevé que los incrementos de facturación de 2008 en España, en torno al 20%, se reduzcan al 10% en el próximo ejercicio. Con una fuerte representación en México, el banco tiene ahora como principales objetivos de futuro a EE UU y China, mercados en los que espera crecer lo suficiente para compensar la ralentización en Europa.
En Estados Unidos, donde compró el Compass el año pasado por 7.000 millones, es ya el cuarto banco del Sunbelt y el vigésimo a escala federal. Pero esto es sólo el principio ya que la idea del BBVA es seguir creciendo en aquel país. En China, donde acaba de llegar a un acuerdo para ampliar sus posiciones en el China Citic Bank hasta el 10% y en su filial de Hong Kong, el Citic International (CIFH), hasta el 30%, sus proyectos son igual de ambiciosos que en Estados Unidos. El banco espera incrementar fuertemente sus cuotas de negocio internacional con estas dos operaciones.
Otro sector que se encuentra ante la disyuntiva de forzar su internacionalización, o pasarlo mal, es el de la moda, cuyas ventas, según el INE, cayeron en torno al 5,6% en el primer semestre del año. Muchas empresas del sector están ahora mismo acelerando su internacionalización. Las que llevan años fuera se disponen a multiplicar sus redes de venta. Y las que aún se mantienen sólo en España tratan de dar el salto.
En Inditex, la más internacionalizada de su sector (62% del negocio en el exterior), se limitan a señalar que siguen "en la misma tónica de crecimiento internacional de siempre", pero reconocen que está primando cada vez más las aperturas en el exterior sobre las de España. "Mientras que el año pasado", dicen, "el 80% de la nueva superficie comercial se abrió fuera de España, este año ésta alcanzará el 90%". Las aperturas en España se están reduciendo a las nuevas enseñas como Uterque (complementos) o Zara Home. "Habrá también aperturas de Zara", admiten, "pero pocas y en algún que otro centro comercial muy interesante".
Lo mismo se podría decir de las hoteleras. Que tampoco han deshecho las maletas. Ante la caída del mercado doméstico (2,3% de pernoctaciones menos en junio) y del de los españoles en el extranjero, estas cadenas están ampliando su red internacional y dando una vuelta de tuerca a mercados en origen distintos del español, el británico o el alemán. Barceló ha intensificado sus campañas de promociones en los distintos mercados y está planificando sus nuevas unidades hoteleras desde una perspectiva anticíclica. "Nos estamos enfocando hacia EE UU", comenta Álvaro Pacheco, director de comunicación de la cadena, "ya que creemos que saldrá de la crisis antes que Europa". Barceló no sólo incorporó 12 hoteles ahí el año pasado. "Hemos firmado un acuerdo con Apple Vacations para llevar turistas americanos a nuestros hoteles de México y el Caribe". La mayor parte de los 40 hoteles abiertos por Barceló en 2007 están fuera de España. Este año, espera abrir en Cuba, Egipto y varias capitales de Europa y Latinoamérica.
La lista de empresas que se ven obligadas a expandirse fuera, para compensar las limitaciones internas, es muy amplia. SOS Cuétara, que obtiene el 63% de su negocio en la exportación (está en 90 países del mundo) e incrementó sus ingresos apenas en un 1,4% en el primer trimestre, se ha dado prisa en comprar la italiana Bertolli, que le añadirá, de golpe, 400 millones de euros a su perímetro (1.405 millones en 2007). "Una vez integrada Bertolli", dice un portavoz, "alcanzaremos una cuota de negocio internacional del 70%".
También la catalana Mecalux tiene proyectos para crecer fuera de España. Y esto que el grupo, que ya factura el 70% en el exterior, ha puesto en marcha nuevas líneas de negocio (de automatización del almacenaje) que, según su presidente, Javier Carrillo, "nos ayudarán a compensar el estancamiento en el segmento convencional". Pese a que los nuevos negocios le permiten seguir creciendo a cifras de dos dígitos, Carrillo tiene un plan a cinco años, que pasa "por hacer adquisiciones en EE UU, un país donde en 2006 adquirimos una empresa en Chicago". Esto, además de Asia, donde la empresa, prosigue su presidente, "va a abrir una planta en Shanghai", que será la primera pata de una expansión por la zona. "Tengo la impresión", dice, "de que China, India, Corea o Vietnam van a ser tan importantes para Mecalux como ahora lo es Europa". Lo decisivo es que la presencia exterior le permite cierta tranquilidad ante la crisis. "Podremos seguir con nuestro crecimiento al margen de lo que pase en España", asegura Carrillo.
Indra, pionera en internacionalización, está en la misma onda. Este año creció apenas un 8,5% en España y un 16% en el exterior (21% en Latinoamérica y 44% en Asia). Quizá por eso, su presidente, Javier Monzón, ha anunciado este año que Indra, que ya tiene 16 centros de software dispersos por el mundo, tiene que ser una empresa global en el año 2010. "Mientras que el objetivo en 2007", explica un portavoz, "era la integración de Indra con Soluciona y Azertia, ahora lo que se busca es intensificar el negocio internacional, si es necesario mediante adquisiciones".
Algunos expertos señalan, por otra parte, que el actual acelerón de las ventas al exterior es menor que el habitual en crisis domésticas pasadas. "Hace años", apunta Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores, "había una mayor relación causa-efecto entre crisis en el mercado doméstico y exportación. Pero ahora, con los altos precios de la energía, el euro fuerte y la falta de innovación de los últimos años lo tenemos más difícil".
Dicho esto, no hay que olvidar que las empresas más internacionalizadas están contribuyendo a tirar de las exportaciones. Es el caso de Repsol. La reducción de la demanda de gasolinas en el mercado español (donde ha caído el consumo un 4,2% hasta mayo) la resuelve, en parte, con un mayor recurso a la exportación. "España", explican en la compañía, "tiene exceso de producción de gasolina, de ahí que, cuando baja el consumo, se exporte más". También la expansión de Mecalux favorece a las plantas españolas. "Mientras servimos", explica Carrillo, "a la mayor parte del norte de Europa y Europa del Este desde Polonia, el sur, Reino Unido y el norte de África se sirven desde España".
Otro caso de incremento de la exportación es el de la industria cementera, que ha visto su mercado doméstico muy mermado. El consumo cayó el 16% en el primer semestre. Pese a que España producía por debajo de las necesidades, lo que obligaba a importar (29% del consumo), la caída ha sido tan fuerte en algunas regiones que "algunas empresas", explica Aniceto Zaragoza, director general de Oficemen, la patronal del sector, "han decidido ahora exportar parte de su producción". Zaragoza explica que, "pese a que las condiciones no son ahora tan favorables como en los ochenta, cuando España era un gran exportador, siempre hay momentos en que falta cemento en algún lugar, como ocurre ahora en algún país de la UE o en la zona del Golfo, inmersos en fuertes planes de infraestructuras". El resultado, reconoce Zaragoza, "es que las exportaciones han crecido un 38,2% hasta junio".
No extraña que las patronales y las cámaras de comercio estén abanderando estos días la carrera por la exportación. La Cámara de Comercio de Madrid, que dedica las dos terceras partes de sus recursos al comercio e inversión en el exterior, ha reforzado en los últimos meses su apoyo a la internacionalización de las empresas bajo el supuesto, afirma Miguel Garrido, su director gerente, de que "los países emergentes, con un 6,7% de crecimiento previsto para este año, nos permitan compensar el estancamiento que podamos sufrir en España, e incluso en Europa". -
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