Hallado un alijo con 1.400 kilos de cocaína frente a la costa de Pontevedra
Sesenta fardos cargados con 1.400 kilos de cocaína. Es lo que anoche se encontró un pesquero en alta mar cuando navegaba a unas seis millas (11 kilómetros) de Cabo Silleiro (Pontevedra). Avisada de inmediato la Guardia Civil, la droga fue conducida a dependencias del instituto armado en la capital pontevedresa.
Fuentes de la investigación creen que el alijo está relacionado con otro suceso ocurrido a primera hora de la mañana en esa misma zona: una potente lancha planeadora ardió en la playa de A Lanzada (O Grove) después de una intensa persecución policial que había comenzado de madrugada. Los tres tripulantes de la embarcación huyeron en un coche tras rociar la lancha de combustible y prenderle fuego. La planeadora, valorada en 100.000 euros, quedó prácticamente calcinada.
La policía barajó desde un principio la hipótesis de que la lancha viniera de participar en una descarga de droga, probablemente surtiendo de combusible a otras embarcaciones que supuestamente se encargarían de alijar la carga ilegal y transportarla a la costa. El hallazgo de los 60 fardos parece confirmarlo.
El encontrado anoche es el segundo alijo de esa envergadura incautado en España en una semana. El martes fue desarticulada en Barcelona una red que iba a consumar la entrega de otros 1.400 kilos de cocaína, también desembarcada previamente en las costas gallegas. Días antes fueron aprehendidos en el Atlántico otros 1.500 kilos de la misma droga que iba a ser llevada a la ría de Cedeira.
Destruir huellas
Eran alrededor de las siete de la mañana de ayer cuando los tripulantes de la lancha planeadora fueron sorprendidos por un helicóptero, según fuentes policiales. A los tres hombres les dio tiempo de llegar a tierra y huir en un vehículo que les estaba esperando, después de haber incendiado la embarcación. Para sofocar el fuego se trasladaron hasta el lugar agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, y bomberos del Salnés.
La práctica de quemar la lancha para después huir comienza a ser habitual entre los narcotraficantes. El objetivo es destruir cualquier pista que les relacione con una supuesta descarga de droga. El pasado año, en A Illa de Arousa, otra planeadora también ardió después de haber participado en un desembarco de droga.
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