El cómic como denuncia política
El autor de 'El Eternauta' reivindica en A Coruña la vigencia de la historieta
Es quizás porque se trata del Salón del Cómic de A Coruña más social y comprometido de las 11 ediciones que ha celebrado este certamen que le viene como anillo al dedo incluir una retrospectiva de El Eternauta. Considerada obra maestra del cómic mundial, se trata de la historieta, a través de un "viajero de la eternidad" con "triste y desolada condición de peregrino de los siglos", de una lucha sin cuartel de la humanidad contra invasores extraterrestres. Así rezan las primeras viñetas nacidas hace 50 años en Argentina de la mano del guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López.
Y este clásico de la ciencia ficción gráfica "con tintes políticos" continúa "con plena vigencia", advierte Solano desde A Coruña. A sus 80 años y con una intensa actividad profesional, el coautor de El Eternauta quiso, expresamente para esta cita -la segunda más importante en España tras la de Barcelona- traer una recopilación no sólo de la primera parte de ese clásico del género, sino de sus trabajos posteriores que "ponen el acento en el aspecto político de la aventura de la historieta". En la sede coruñesa de la Fundación Caixa Galicia, cuelgan 20 páginas originales de las primeras entregas publicadas semanalmente en la revista Hora Cero, hace ahora medio siglo.
En las múltiples relecturas de una obra de culto del mundo de la historieta, aquella primera parte de El Eternauta, aunque más volcada hacia la ficción y sin el denso tono político ulterior, "ya se le atribuye un mensaje premonitorio", reseña Solano López, de la brutal represión que llegaría a partir de marzo de 1976 con la dictadura de Jorge Videla. Su autodenominado "Proceso Reorganización Nacional" fue el que hizo "desaparecer" a Héctor Germán Oesterheld y parte de su familia junto a otros 30.000 compatriotas. "Y la validez de El Eternauta sigue plena hoy, en tantas represiones y guerras, o en Argentina, donde con motivo de los juicios a los represores de la dictadura, sus simpatizantes siguen amenazando e incluso haciendo desaparecer testigos clave", denuncia el dibujante en referencia a Julio López, en paradero desconocido desde 2006.
Para un profesional como Solano López, pese "al choque que supuso para la industria del entretenimiento de la historieta" el salto de las nuevas tecnologías, se sigue percibiendo "gran adhesión al lenguaje de la narración gráfica". O sea que el cómic, a pesar de todo, guarda "plena vigencia". "Observo con cierta esperanza que el salto tecnológico no consiguió eliminar del todo la actividad entre creadores y seguidores de la historieta", afirma Francisco Solano tras visitar las últimas tendencias y trabajos internacionales del género que se exhiben en este Viñetas dende o Atlántico de A Coruña.
Ayer, al hilo del programa del encuentro, los franceses Catel Müller y José Louis Bocquet, autores de la novela gráfica sobre la musa del París artístico y bohemio de los años 20 del siglo pasado, Kiki de Montparnasse, protagonizaron una charla con aficionados.
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