Iggy Pop se queda sin guitarra, Iron Maiden también
Los músicos han visto desaparecer parte de su equipo en los últimos días
Hasta las felonías tienen su revival. Así, mientras la industria del disco sigue tratando de concienciar a internautas y consumidores del manta de que descargas ilegales y demás formas modernas de apropiación musical son acciones dañinas para los artistas, varios aficionados del hurto decidieron la pasada semana volver a los orígenes del robo musical.
The Stooges ofrecen de recompensa una cazadora firmada por Adrian Smith
Las formaciones podrán continuar sus giras con material prestado
En Montreal (Canadá), Iggy Pop y sus Stooges vieron cómo su camión cargado con el material de la banda desaparecía del parking de su hotel, el Embassy Suites, para aparecer poco después a varias manzanas y vacío. Entre el material sustraído (valorado en más de 15.000 euros) se encontraba el amado bajo de Mike Watt, una pieza de alto valor sentimental que emitía unos sonidos infernales. Como la guitarra de Adrian Smith, de Iron Maiden, que fue sustraída a principios de este mes tras un concierto de la banda en Atenas. La pieza, una Jackson Stratocatser, es única, por lo que fuentes de la banda han hecho público su número de serie y han advertido al ladrón de que le será muy difícil venderla sin ser descubierto. A través de su web, el grupo ha confirmado que continúa la gira y que ofrecen una cazadora oficial del tour firmada por Adrian Smith como recompensa -algo rácana, la verdad- a quien pueda dar información sobre el paradero del instrumento.
Desde el robo de todas las guitarras de Keith Richards durante la grabación de Exile on main street en el sur de Francia hasta la desaparición en pleno concierto de la guitarra de Brett Michaels de Poison, la historia del rock está plagada de casos similares. Afortunadamente, tanto los Stooges como Iron Maiden podrán seguir sus giras, algo que en el pasado hubiera sido impensable.
Sonic Youth perdieron la mitad de sus guitarras en 1999 y debieron eliminar de sus conciertos todos los temas que requerían del sonido especial de los instrumentos desaparecidos, mientras que Jimi Hendrix, durante un concierto en Montreal, en 1968, vio cómo un brazo aparecía de entre el público para llevarse su micrófono. En aquellos tiempos, no había material de repuesto. Siendo ése el único micrófono disponible, Hendrix tuvo que cantar durante el resto de la actuación con el del bajista. Iron Maiden tocaron dos días después del incidente en Varsovia e Iggy Pop and The Stooges hicieron lo propio en Toronto con material prestado y alquilado.
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